Apuntes de la reunión de ACIP hoy
Esta semana, ACIP —el comité externo de expertos de los CDC–se ha reunido para hablar de todas las vacunas. Lo han hecho como parte de sus reuniones habituales (es decir, que están programadas haya o no una pandemia). Esta mañana se han enfocado en las vacunas de COVID-19.
Había gran expectación por esta conversación ya que sigue a la reunión de VRBPAC, en la que la FDA habló del futuro de las dosis de refuerzo en Estados Unidos. Nos quedaban muchas preguntas pendientes de contestación después de aquella reunión.
En conjunto, estoy agradablemente sorprendida por el rango y la profundidad de los datos presentados hoy. Se ha hablado de muchos pequeños tesoros.
Aquí tienen mis apuntes de la reunión.
Las vacunas siguen siendo seguras
Se han presentado datos tranquilizadores sobre la seguridad de las vacunas de COVID-19. No voy ha hablar de todo ello, porque se ha dicho muchísimo, pero voy a destacar una cosa: los rastreadores de resultados en el tiempo. No lo había visto antes y es genial.
Los CDC observan los efectos adversos en tiempo real y los mapean en el tiempo. Su sistema detecta agrupaciones anormales. Esto ayuda porque hay sucesos aleatorios ocurriendo todo el tiempo. Estas agrupaciones están diseñadas para ser muy sensibles; rastrean zonas amplias para detectar la mínima señal. Lo que tiene el inconveniente de que se puedan detectar cosas que ocurren por azar solamente.
Puede ser que esto es lo que sucediera cuando detectaron la señal de accidente cerebrovascular después de la vacuna bivalente en los mayores de 65 años. Vieron un cúmulo de eventos, pero después el cúmulo se desvaneció. Ninguno de los otros sistemas de monitorización encontró nada.
Esto es un ejemplo más de cuánta gente y cuántos datos están al servicio de garantizar que las vacunas son seguras.
La mayor parte de la gente sigue siendo hospitalizada, todavía, “por” COVID-19.
Se han presentado datos críticos de hospitalizaciones “por” (razón primaria) y “con” (coincidente) COVID-19, por edad, en el tiempo, y con enfermedades crónicas. Tampoco había visto estos datos con anterioridad. La gran mayoría de las hospitalizaciones por COVID-19 (80%-90%) entre los menores de cinco años y los mayores de 50 años son “por” COVID-19. Esto no ha cambiado con el tiempo.
Entre los adultos hospitalizados, un 96% tenía al menos una enfermedad de base. Entre los niños hospitalizados, un 49% no tenía ninguna enfermedad de base. Entre los niños con enfermedad de base, la causa principal varía según la edad: en los menores de 2 años, es la prematuridad, mientras que en los de 2 a 17 años es el asma.
El riesgo-beneficio en los adolescentes aún es favorable a las vacunas, pero la diferencia es más ajustada.
Se ha hablado MUCHO de si los beneficios de las vacunas de COVID-19 aún sobrepasan los riesgos en los adolescentes, en los que la miocarditis es un riesgo raro pero real. Los CDC han hecho un análisis de riesgo-beneficio. He esperado esto durante mucho tiempo, y no me ha defraudado.
Por 1 millón de dosis de vacuna bivalente dadas a los de 12-17 años:
Beneficios: 17-75 hospitalizaciones “por” COVID-19; 5-22 admisiones en UCI “por” COVID-19; y 0-1 muertes prevenidas.
Riesgos: 0 casos de miocarditis.
Así que, los beneficios todavía superan los riesgos, pero la diferencia es cada vez más ajustada comparada con las series primarias.
Mire la letra pequeña de la diapositiva anterior. Ningún dato es siempre perfecto, así que el “verdadero” número de casos de miocarditis puede variar de 0-122 (hombres=62 y mujeres=60). Esto quiere decir que 122 miocarditis por cada millón de dosis es el peor de los casos. Y quiere decir que podría haber escenarios futuros en los que los riesgos de la vacuna superen a los beneficios en adolescentes.
PERO, tenga en cuenta dos cosas:
Estos datos son una instantánea en el tiempo. Los números reflejados arriba se basan en lo que hemos visto este invierno–un momento relativamente tranquilo para los adolescentes y el COVID-19. Si viéramos un brote futuro por otra parte, los beneficios aumentarían inmediatamente. Lo podemos ver en la imagen siguiente.
Los beneficios señalados en la imagen anterior se limitan a la enfermedad severa; otros beneficios adicionales pueden ser la prevención de infecciones, de COVID-19 persistente, reducción de la transmisión, de los días de trabajo perdidos, etc.
Los CDC han llevado a cabo análisis de riesgo-beneficio para otros grupos de edad también. No hay ninguna duda de que los beneficios de las vacunas superan con creces los riesgos en adultos, especialmente en los mayores de 65 años.
Todo el mundo va a recibir una dosis de vacuna al año.
Los adultos mayores que se vacunaron en septiembre están a punto de alcanzar los 6 meses posvacuna. ¿Necesitan otra vacuna? o ¿pueden esperar al otoño como todo el mundo?
Se han presentado datos de la prevención frente a la infección por edad. Está claro que la protección declina de forma más llamativa entre adultos mayores.
Pese a todo, las vacunas bivalentes siguen siendo de gran protección frente a hospitalizaciones. (No ha pasado tiempo suficiente para ver un declive)
Los CDC han seguido aclarando el objetivo principal del programa vacunal: la prevención de la enfermedad severa.
Por todo ello, ACIP ha decidido que la “evidencia no es suficiente” como para sugerir que los adultos mayores necesiten otra vacuna bivalente en este momento. Pero sí que han dicho que esto puede cambiar en el futuro en función de tres cosas:
Que las hospitalizaciones entre aquellos que se pusieron la vacuna bivalente aumenten.
Que se detecten otras señales del declive de la eficacia de las vacunas
Que SARS-CoV-2 mute de manera significativa.
Han hecho también una evaluación similar para personas inmunodeprimidas, y han llegado a la misma conclusión.
Así que, por ahora, todo el mundo recibirá una vacuna anual. Habrá que ser flexible, porque esto puede cambiar. ¿Es esta la decisión acertada? El tiempo lo dirá.
En resumidas cuentas
Esta reunión ha sido de gran utilidad. Pero, tenemos que encontrar la manera de obtener datos y analizarlos más rápidamente en Estados Unidos. Esto ayudará a combatir la desinformación, mejorará la confianza en las vacunas y la confianza en la salud pública en general. Debería ser nuestra prioridad número uno.
¡Qué tengan un gran fin de semana! YLE
Su Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, trabaja en un comité de expertos en política sanitaria y es consultora para un número de organizaciones, incluyendo los CDC. Por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos. Este boletín informativo es gratis gracias al apoyo generoso de los miembros de la comunidad YLE. Para contribuir a este esfuerzo, por favor suscríbase aquí.