Brote de hepatitis en niños
El pasado fin de semana la OMS publicó la esperada actualización sobre el brote de hepatitis en niños y que alcanza a varios países. El 21 de abril, el brote motivó la activación de una Alerta de Salud por los CDC.
Epidemiología
La primera señal se detectó en el Reino Unido en marzo de 2022. Desde entonces, se han documentado 169 casos de hepatitis en niños de 1 a 16 años, en 11 países. La mayoría de los casos se han identificado en el Reino Unido (113 niños), seguido de España (13), Israel (12), y Estados Unidos (9). En los Estados Unidos, los casos se han dado en Alabama, con rumores de otro caso en otro estado. En los Estados Unidos, los casos tienen edades comprendidas entre 1 y 6 años.
La hepatitis aguda es una infección que produce inflamación y daño en el hígado. La severidad de la enfermedad es desgraciadamente notable entre los casos detectados. A nivel mundial, la mayoría de los casos han sido hospitalizados, y 17 niños (~10%) han necesitado trasplante hepático y se ha reportado al menos una muerte. Estos casos no se presentan con fiebre sino con ictericia, vómitos y dolor de estómago. En conjunto, un perfil increíblemente raro para niños sanos.
Investigando el misterio
Los detectives de enfermedades, una fascinante subespecialidad de la epidemiología, han sido reclutados para identificar la fuente de transmisión de este brote. Están dando una serie de pasos para revelar el misterio. La cronología de hechos se ha sucedido rápidamente ya que el primer caso se identificó en marzo.
En primer lugar, se les encargó averiguar si esto es, de hecho, un brote: ¿Hay un aumento verdadero de casos? O ¿Son los casos esperados aunque en un momento de vigilancia aumentada? (Así que se diagnostican más). Funcionarios de salud en Escocia rápidamente compararon el número de niños con pruebas alteradas de la función hepática en marzo de 2022 y las tasas en 2019, 2020 y 2021 que tienen una tasa anual de 0.52/100.000. Confirmaron que la cifra estaba elevada en los menores de 5 años pero no en niños mayores. De hecho, el número de casos en un hospital en un mes superó el número total de casos esperados para toda Escocia en un año entero. Así que este brote es una verdadera señal.
En segundo lugar, los detectives de enfermedades confían en la eliminación. Comienzan por las causas más obvias:
Virus de la hepatitis. El virus más frecuente en producir una hepatitis es, de hecho, el virus de la hepatitis. Hay cinco clases diferentes de virus (A, B, C, D y E), pero ninguno de los casos dio positivo para ellos.
Historia de viajes recientes. Reunir información acerca de viajes realizados recientemente puede dar pistas importantes también. Específicamente, puede indicar si estos casos se deben a un paciente cero o a un virus que es más frecuente en la comunidad. No se han identificado ni viajes internacionales ni conexiones con otros países en estos casos tampoco.
Nos quedan por tanto otros caminos menos obvios. Investigarlos requiere una experiencia enorme y colaboración internacional, ya que es de más utilidad si cada caso se investiga exactamente de la misma forma (es decir, las mismas pruebas de laboratorio, las mismas preguntas, la misma secuenciación, etc). Como se puede imaginar, esto no se hace por lo general, especialmente al principio de la investigación de un brote. Así que muchos factores desconocidos oscurecen los patrones. Este hecho se resaltó justo ayer por la mañana durante una presentación en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas. Como se resume en el gráfico siguiente se han hecho una gran variedad de pruebas diferentes a los casos del Reino Unido, lo que dificulta identificar patrones.
Con la información que se tiene actualmente, hay varias hipótesis de trabajo:
Adenovirus. Un posible culpable que encabeza la lista es el adenovirus, ya que 40 de 53 niños (75%) en Reino Unido fueron positivos. En el informe de la OMS, 74 casos dieron positivo (aunque no se informó del denominador). Los adenovirus normalmente producen catarros, amigdalitis e infecciones de oído en los niños. También pueden causar diarrea. Hay más de 50 cepas diferentes de adenovirus que pueden infectar a humanos, pero la mayoría de los casos han sido genéticamente identificados como Adenovirus 41, que por lo general causa diarrea. Puede que el adenovirus haya mutado para producir una enfermedad más severa. O puede que estemos ante una cepa nueva.
Identificar al adenovirus como patrón común ciertamente no cierra el caso. El virus es muy, muy común, y como demostró un informe escocés, está en aumento. Puede que los casos afectados estuvieran infectados por casualidad, ya que correlación no equivale a causalidad. Además, el adenovirus tiene ADN en su núcleo (comparado al ARN, como en SARS-CoV-2) así que puede permanecer más tiempo. Sobre todo, la carga viral en los casos era baja, así que estas infecciones probablemente ocurrieron hace un tiempo, y no explican el comienzo brusco de un daño hepático severo.
SARS-CoV-2. No podemos ignorar tampoco la posibilidad de SARS-CoV-2. En una revisión a fondo de los casos escoceses, 5 de los 13 casos tenían un test positivo de SARS-CoV-2. En el Reino Unido, SARS-CoV-2 representaba solo el 16% de los casos reportados. De los casos secuenciados, la mitad eran Ómicron y la otra mitad BA.2. La mayoría de los casos (sino todos, no está claro) no han sido analizados para detectar anticuerpos, así que todavía no podemos descartar COVID persistente. La hepatitis severa no es una característica común de COVID19, así que este no es un probable culpable, pero sí merece la pena explorarlo. Otros coronavirus noveles podrían ser el culpable.
Enterovirus. Otra posibilidad es una familia de virus llamada Enterovirus, que son también comunes entre niños. Esta familia es más conocida por el virus de la polio. El Dr. Angie Rasmussen, virólogo, piensa que el enterovirus es uno de los candidatos principales porque hay muchos enterovirus y su diversidad está poco estudiada.
Co-infección. También existe la compleja posibilidad de la interacción entre virus y/o interacción entre ambientes que afectan al curso de la enfermedad en los niños. En el Reino Unido, estas interacciones se están estudiando para entender si la infección por adenovirus fue previa a la de SARS-CoV-2, simultánea, o fue secundaria y se produjo después. El gráfico inferior muestra que las coinfecciones están aumentando con el tiempo, pero se han visto aumentos similares con otras infecciones de la infancia.
Origen no viral. Finalmente, no podemos descartar aún las causas no virales, como toxinas, fármacos o causas ambientales. Para investigar todas estas posibilidades, los detectives de enfermedades harán muchos análisis de sangre así como largas entrevistas a las familias para averiguar posibles exposiciones.
No es la vacuna de COVID-19. Al contrario de la desinformación que circula por internet, estos casos no están producidos por la vacuna de COVID-19. Ninguno de los casos del Reino Unido está vacunado. Igualmente, no hay paso de virus de la vacuna del adenovirus, otra información errónea que circula por internet.
En resumidas cuentas
Los detectives de enfermedades están trabajando a toda máquina investigando un nuevo brote de hepatitis severa en niños. Con más conocimiento llegarán más casos. Algunos hallazgos serán indicadores ciertos y otros no. Descubrir el misterio sin duda será interesante e importante de seguir.
Love, YLE