Eficacia de las vacunas pediátricas: nueva evidencia del mundo real
La semana que viene voy a escribir una serie de posts sobre COVID19 persistente o prolongado: ¿Cuál es la prevalencia?¿Quién tiene más probabilidad de padecerlo? ¿Cómo afecta a los distintos órganos y sistemas? Y, ¿Cuál es el estado actual en relación a su tratamiento?. Si tiene preguntas específicas de COVID19 persistente por favor envíelas aquí. Intentaré contestar a todas lo mejor posible en mis posts.
Esta semana los titulares estaban salpicados de noticias contradictorias respecto a las vacunas pediátricas de COVID19. En este post me sumerjo en la evidencia más reciente que se ha conocido esta semana y lo que significa.
Nueva evidencia científica
Aunque se llevaron a cabo rigurosos ensayos clínicos, la evidencia del “mundo real” es increíblemente importante para valorar la durabilidad de las vacunas a la luz de nuevas variantes y en el tiempo. Esto es especialmente importante en el grupo de 5-11 años porque se les dio ⅓ de la dosis de los adolescentes/adultos y todavía tenemos que ver cómo aguanta esa dosis. Esta semana se han conocido dos estudios.
El primero es un preprint breve publicado por científicos del Departamento de Salud del Estado de Nueva York y de la Escuela de Salud Pública de Albany. Unen tres bases de datos de Nueva York para valorar resultados según vacunación en el grupo de 5-17 años, de diciembre de 2021 a enero de 2022 (esto es, durante la ola Ómicron). ¿Qué encontraron?
La eficacia de la vacuna (VE, por sus siglas en inglés) frente a la infección declinó de forma significativa en el tiempo.
La bajada en la protección comenzó a los 28 días de las series primarias.
La bajada de la protección fue significativamente más rápida para el grupo de 5-11 años (68% →12%) que para el grupo de 12-17 años (61% →51%)
La eficacia de la vacuna contra las hospitalizaciones también disminuyó en el tiempo: 5-11 años (100% → 48%); 12-17 años (85% →73%).
Aunque anticipamos que la protección de la vacuna contra la infección disminuya–especialmente con Ómicron, que puede escapar a la inmunidad–necesitamos garantizar que las vacunas todavía protegen frente a la hospitalización. Claramente lo hacen para los de 12 a 17 años.
La eficacia de la vacuna frente a hospitalización para los de 5 a 11 años (48%) es alarmante en este estudio. Aunque, estos eventos fueron realmente raros (solo un total de 35 hospitalizaciones entre vacunados de 5-11 años). Por ello, el estudio tiene baja confianza estadística de que 48% sea la “verdadera” eficacia de la vacuna. De hecho, el estudio mostró que el “verdadero” número cae entre 0 y 75%. Así que necesitamos muchos más datos para valorar con seguridad la presencia (o ausencia) de un declive de protección frente a hospitalización.
Un segundo estudio se dio a conocer un día después por los CDC y se publicó en su Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad (MMWR). En este estudio los científicos examinaron 39,217 visitas a los servicios de urgencias hospitalarias y ambulatorias y 1,699 hospitalizaciones entre niños no inmunocomprometidos de 5 a 17 años. Los datos se recogieron de 10 estados en un periodo más largo de tiempo: del 9 de abril de 2021 al 29 de enero de 2022. Al igual que el primer estudio, el propósito era valorar la eficacia de la vacuna con el tiempo y a la luz de las diferentes variantes. ¿Qué encontraron?
Hay muchos números en este informe, así que he hecho los gráficos siguientes para ayudarles a descifrar la historia. El primer gráfico muestra la eficacia de la vacuna frente a visitas a urgencias hospitalarias (ED) y urgencias ambulatorias (UC):
Delta: La eficacia de la vacuna (VE, por sus siglas en inglés) era muy elevada pero bajo algo con el tiempo.
Ómicron: La VE distaba de ser óptima y declinaba significativamente con el tiempo.
Entre los que recibieron la serie completa de dos dosis hace menos de 150 días, VE oscila entre 34-51% (dependiendo de la edad)
Entre los que recibieron las dos dosis hace más de 150 días, VE era del 0%.
Una tercera dosis (barra gris) impulsó la eficacia hasta un 81%.
El segundo gráfico muestra VE contra la hospitalización. Aunque la protección disminuyó algo con el tiempo, todavía se mantuvo alta. En este estudio, no hubo suficiente tiempo para valorar el declive después de más de 150 días en los de 5-11 años.
¿Qué significado tienen estos estudios?
Dada la totalidad de la evidencia, tuve 5 reacciones:
La reducción en la eficacia no es una sorpresa. Hemos sabido durante meses que Ómicron escapa parcialmente a la protección, y por ello, la eficacia se ve reducida. Los anticuerpos también se reducen con el tiempo, independientemente de la variante. Así que una reducción en la eficacia se espera, especialmente si combinamos tiempo y Ómicron.
La dosis de vacuna importa. Lo que fue una sorpresa es la rapidez con la que la eficacia de la vacuna (VE) se redujo entre el grupo de 5-11 años comparado con los de más de 12 años. Esto sugiere que la dosis puede tener gran importancia. De hecho, esto confirma los resultados de un estudio en primates de agosto de 2021 que mostraba que la dosis predecía de forma significativa la replicación viral en vías respiratorias superiores e inferiores: cuanto más alta la dosis menor la replicación. (De forma interesante, los autores de este estudio con primates crearon la vacuna de Moderna, lo que puede explicar por qué Moderna decidió seguir con la estrategia de la dosis más alta, comparado con Pfizer, que apostó por la estrategia de la dosis más baja).
Las dosis de refuerzo son de increíblemente importantes. Igual que lo que vimos con adultos, las dosis de refuerzo son esenciales para prevenir la infección. Entre los de 16 a 17 años, la eficacia de la vacuna saltó del 0% después de la serie primaria de dos dosis a 81% con la dosis de refuerzo. Esto se debe a que las dosis de refuerzo no solo aumentan el número de anticuerpos, sino que juegan un papel critico con las células B (nuestras fabricas de anticuerpos, que se pueden adaptar a variantes de preocupación). FDA autorizó la vacuna para los de 5-11 años el 29 de octubre, así que espero que las conversaciones a cerca de una dosis de refuerzo tendrán lugar pronto.
Necesitamos más datos. El propósito primario de las vacunas es prevenir la enfermedad severa y la muerte. Para los de más de 12 años, las vacunas siguen funcionando fenomenal contra hospitalizaciones. Para los de 5-11 años, la historia es un poco confusa porque las hospitalizaciones son raras (lo que son buenas noticias) y estamos a merced del tiempo para ver el declive en la eficacia. Tener más datos ayudaría mucho.
Las vacunas son todavía muy importantes. Si su hijo no está vacunado, todavía es muy importante que lo vacune. Hay muchas razones para vacunar a su hijo, y los beneficios pesan más que los riesgos.
En resumidas cuentas
Las vacunas siguen funcionando, pero se han visto afectadas por Ómicron. Las vacunas para los de 5-11 años se han visto aún más afectadas debido a la dosis. Es crítico seguir esto conforme lleguen más datos (y pase más tiempo).
Love, YLE