Estado de cosas: 18 de enero
La semana pasada la Organización Mundial de la Salud declaró más de 15 millones de casos de COVID19, una cifra tan alta que les obligó a cambiar la escala del eje y de su curva de epidemia. Durante la conferencia de prensa de la OMS, un consejero dijo: “en 30 años trabajando en enfermedades infecciosas nunca antes habíamos visto una curva así”
Aunque muchos países todavía están en la parte ascendente de la curva, en Sudáfrica, líder de la ola ómicron, la curva está en descenso. Es interesante ver que le está llevando su tiempo. Aunque la curva llegó a su pico en 3 semanas, llevan casi 5 semanas en descenso y todavía no han recuperado los niveles pre ómicron. Las muertes en Sudáfrica todavía siguen aumentando y están ahora al 23% de las de la ola delta. El Reino Unido ha comenzado el descenso de casos también.
Hay unos cuantos países en particular a los que estoy prestando atención en este momento:
Países Bajos– Éste fue el primer país europeo que volvió al confinamiento completo con la llegada de ómicron. Y les está valiendo la pena; aunque su número de casos ha subido, la tendencia de hospitalizaciones e ingresos en UCI están bajando exponencialmente. Tienen un gran porcentaje de vacunación (71%), pero esto únicamente no justifica este patrón. Tan sólo hace unos días levantaron el confinamiento, así que voy a seguir de cerca sus indicadores.
Japón–las vacunas y el plan (80% de vacunaciones completas, con uso de mascarillas, rastreo de contactos y cuarentenas) siguen funcionando. Los casos han empezado a despuntar, así que será interesante ver si su modelo sigue funcionando como lo ha hecho a lo largo de la pandemia.
Australia–Sigue siendo interesante seguirlos porque han tenido confinamientos rigurosos durante toda la pandemia. Aunque tienen un alto porcentaje de vacunación (78%), no está siendo suficiente con ómicron. Australia tiene un número exorbitante de casos ahora mismo, casi el doble que los Estados Unidos, y los indicadores de enfermedad severa están en ascenso.
Independientemente de adónde nos lleve ómicron, está claro que estos casos severos ocurren en su mayoría entre los no vacunados. Por ejemplo, el centro Intensive Care National Audit & Research Centre del Reino Unido actualizó sus análisis de pacientes de COVID-19 en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. El gráfico inferior habla por sí solo. (para aquéllos de ustedes que busquen riesgos absolutos, vayan aquí).
Our World in Data informa de la tasa de muerte en 15 países según estado de vacunación. No se tarda mucho en ver lo bien que las vacunas están funcionando, incluso durante la ola ómicron. Por ejemplo, Suiza reporta ahora muertes según se tenga o no la dosis de refuerzo, y la historia queda también clara.
Estados Unidos
Los Estados Unidos tienen el abrumador número de 801.903 casos al día con un 98% de aumento en las últimas dos semanas. Nuestros casos se han estabilizado, lo que podría indicar una de las siguientes tres cosas:
Haber alcanzado la máxima capacidad de hacer test diagnósticos. No sería sorprendente que esto hubiera ocurrido, aunque no creo que sea cierto porque el porcentaje de positividad de los test parece que ha alcanzado el pico, al 29%.
El efecto de las vacaciones de Navidad. Un efecto de fin semana, y concretamente, el de las fiestas navideñas. Deberíamos de confirmar si éste es el caso porque nos llegarán los datos pronto.
Pico. Realmente hemos alcanzado el pico a nivel nacional. Es algo más temprano de lo que esperábamos (los pronósticos calculaban que hacia el 3 de febrero), pero una señal bienvenida.
A nivel estatal, los casos en muchos estados del nordeste, como New York, Massachusetts, New Jersey y Maryland, han alcanzado el pico claramente y comenzado el descenso. No sólo se demuestra en el número de casos y en los porcentajes de positividad de los test, sino que también se observa en los patrones de aguas residuales. En Boston, las cargas virales en muestras fecales continúan bajando y casi han alcanzado niveles pre ómicron.
Los estados del oeste son los que lideran el aumento de casos, con un aumento exponencial en Alaska (+610%), Texas (+428%), Utah (+414%), Oregon (+402)% y Montana (+394%), en las últimas dos semanas. Aunque algunos de estos casos ocurren en vacunados, los casos son mayormente en no vacunados. La CDC no ha actualizado su página web desde el 20 de noviembre (espabila CDC!), pero muchas jurisdicciones informan de sus casos según el estado de vacunación. Por ejemplo, el último gráfico de Oregon Health Authority que tienen a continuación (no sé si la diferencia se debe en parte al distinto comportamiento con los test, por ejemplo que sea más probable que los no vacunados se hagan PCR que los vacunados).
Hospitalizaciones
De media, 155.943 personas son hospitalizadas por/con COVID-19 en los Estados Unidos, lo que ha aumentado un 61% en las últimas dos semanas. Hemos superado con creces el máximo del invierno pasado (y el récord previo) en unas 20.000 hospitalizaciones y seguimos sumando.
De hecho, 31 estados han declarado tasas de hospitalización más altas que en el invierno pasado. Por ejemplo, Washington DC ha machacado las cifras de hospitalizaciones, con un 308% de aumento con respecto al invierno pasado, lo que significa que 128 residentes de cada cien mil están hospitalizados por COVID19. Le siguen Delaware (70 por 100.000), New Jersey (70 por 100.000), New York (68 por 100.000) y Pennsylvania (63 por 100.000). Afortunadamente, parece que las hospitalizaciones en estos estados están enlenteciendo y comenzarán a bajar pronto.
Hay dos estados y 618 condados en este momento que necesitan medidas para disminuir la presión asistencial en los hospitales (medidas de mitigación a corto plazo para mantener los hospitales funcionando) porque sus hospitales están al 100% de capacidad (asumiendo que las camas ocupadas no han aumentado en la última semana). Se ha enviado personal médico militar a algunos hospitales de la nación. Nebraska se ha unido a una pequeña lista de estados que han promulgado su Plan de Estándares de Cuidado en Crisis. Pero es fundamental implementar igualmente los esfuerzos comunitarios para reducir la transmisión. Otros catorce estados están en riesgo alto de superar el 100% de su capacidad hospitalaria en los próximos 1-10 días (naranja).
Y, al igual que en otros países, las vacunas siguen funcionando. Por ejemplo, las hospitalizaciones y las muertes entre los vacunados en Oregón ni se perciben en su gráfico. Los gráficos de hospitalizaciones diarias en los estados de New York y Nebraska hablan por sí solos, igualmente.
Muertes
Y, por último, tenemos la escalofriante media de 1.964 muertes al día en los Estados Unidos. Ayer alcanzamos el total de 850.000 muertes en los Estados Unidos. Una de las tasas de muerte per cápita más altas del mundo. Y en febrero, es probable que alcancemos 900.000. La mayor parte de las últimas 250.000 eran prevenibles con la vacuna. Como dijo Peter Hotez “muerte por anticiencia”. Una auténtica tragedia nacional.
En resumidas cuentas: Los Estados Unidos han alcanzado (o están a punto de alcanzar) el pico de casos. Aunque esto sólo significa que estamos en la mitad de la ola ómicron. Habrá el mismo número de infecciones en el descenso de la curva que en el ascenso. Las hospitalizaciones y las muertes continuarán. No obstante, las vacunas siguen funcionando. Y la verdad, a estas alturas estoy cansada de repetirlo. Está claro que una estrategia solamente basada en las vacunas no nos va a sacar de la pandemia en Estados Unidos.
Love, YLE