Estamos terminando las vacaciones y hay un montón de gente enferma por ahí. Les cuento el estado de cosas.
Enfermedades de tipo gripal: muy altas
Las enfermedades de tipo gripal (o ILI, por sus siglas en inglés, término acuñado por los CDC) están a niveles muy altos. Durante las vacaciones se disparó finalmente su crecimiento exponencial. A día de hoy, más o menos una de cada 14 visitas al médico es por fiebre, tos o dolor de garganta. Puede que esta situación alcance el máximo pronto pero, con frecuencia, vemos dos o tres jorobas en la evolución del gráfico.

La gripe es responsable de la mayoría de los síntomas, como lo indican las visitas a los servicios de urgencias y la tasa de positividad de los tests.

De todos modos, Covid-19 sigue liderando la enfermedad severa según indican las hospitalizaciones y las muertes. (Nota: he dibujado las tasas de VRS aproximadamente ya que los CDC siguen manteniendo estos datos de forma separada).

Las disparidades en vacunación aún son abrumadoras, con la cobertura de vacunación por Covid-19 a menos de la mitad que la de gripe. Aún más preocupante: solo en una de cada tres residencias de ancianos los residentes están al día con las vacunas de Covid-19, algo inaceptable en este momento.

Aquí tienen un repaso más a fondo de los “tres grandes”.
Covid-19: alto y aumentando
Los niveles en aguas residuales, uno de los indicadores más tempranos de transmisión comunitaria, están “muy altos”. Los niveles hoy están un 27% más altos que el invierno pasado y todavía no se está enlenteciendo la transmisión. Esto es en parte por la subvariante JN.1 que está tomando dominio rápidamente.
Es increíblemente difícil predecir los picos, aunque algunos modelos predicen que la transmisión de Covid-10 alcanzará el pico máximo en las próximas dos semanas. Muchos países europeos ya han llegado al pico.

Según los paneles de monitorización de aguas residuales, esta es la segunda ola más grande de Covid-19 en total, detrás tan solo del tsunami original de Ómicron, basándonos en aguas residuales. Aunque se necesita aclarar algunos matices:
No sabemos el número de casos. Esta es una limitación conocida de la monitorización de aguas residuales. No hay consenso en la comparación directa entre la concentración de SARS-CoV-2 en aguas residuales y el número de casos clínicos.
No sabemos si los niveles en aguas residuales se pueden comparar a lo largo del tiempo. El virus ha cambiado sustancialmente con el tiempo, incluyendo la carga viral. Además, la cobertura de aguas residuales ha aumentado de forma significativa (casi ninguna en marzo de 2020 a más de 1.400 puntos en la actualidad). Probablemente se puedan comparar los niveles en aguas residuales en la era Ómicron. Sin embargo, los niveles actuales ¿se comparan a los de Delta, Alpha, o la cepa original de Wuhan? No lo sabemos.
Las infecciones y la enfermedad severa siguen separándose de los datos de infección gracias a nuestra barrera inmunitaria. A día de hoy, las hospitalizaciones son un 22% más bajas que en el invierno pasado, algo que sin duda ayuda a los desbordados sistemas sanitarios.

Las hospitalizaciones aún están impulsadas por los mayores de 60 años y aquellos que no están al día con las vacunas.

¿Se debe la reducción en hospitalizaciones (comparadas a los niveles en aguas residuales) a los cambios en el reporte de las mismas? Quizá un poco, pero no lo suficiente como para explicar la gran diferencia:
No hubo ningún cambio en el reporte de datos de los hospitales con el final de la emergencia. Esto se supone que terminará en abril de 2024, pero cruzo los dedos esperando que siga haciéndose.
Los test rutinarios en el momento de la admisión han cambiado, pero poco, desde el año pasado. El cambio mayor ya ocurrió el invierno pasado. Por ello el invierno pasado (y este invierno) sirven “bastante bien” para hacer comparaciones.
Gripe: alta pero enlenteciéndose
La gripe explotó durante las vacaciones pero parece que se ha enlentecido, como lo demuestra el número de test positivos, a continuación.

Unas 20.000 personas (22 por 100.000) fueron hospitalizadas por gripe la semana pasada. Esto encaja con lo esperado en una temporada “típica” de gripe, gracias a la buena correspondencia de las vacunas de gripe con las cepas circulantes.
VRS: en disminución
Todavía circula el VRS, pero su actividad está bajando. Las hospitalizaciones siguen con cierto retraso a los casos, aunque los casos pediátricos severos han alcanzado ya el máximo, y los casos en adultos deberían de hacerlo pronto. Si la tendencia continúa, este año será menos severo que el último, gracias a que la inmunidad frente a VRS dura unos pocos años.

Otras cosas a las que prestar atención
Un brote de sarampión en Filadelfia. Además del caso índice, se han identificado 5 casos adquiridos localmente. De ellos, 4 fueron hospitalizados. Todos estaban sin vacunar.
Los norovirus (piense en vómitos y diarrea) siguen aumentando y aumentando. Lávese las manos.
Las ausencias del trabajo por enfermedad permanecen más altas que en tiempos prepandémicos, pero no tan altas como las vimos durante la emergencia.
En resumidas cuentas
Hay mucha gente enferma. Además de las infecciones por Covid-19, este invierno parece que en su mayoría es un reflejo del año pasado. ¿Es esta la nueva normalidad? Probablemente, algo que no es una buena noticia para los hospitales, los padres y la calidad de vida en general durante el invierno.
No es demasiado tarde para vacunarse, incluso si las cosas empiezan a alcanzar el máximo, solo estamos a mitad del viaje. Yo sigo llevando mascarilla en los sitios llenos de gente: ayudará.
Love, YLE
Su Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, es consultora senior para un gran número de organizaciones. Por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos.
Su Epidemiólogo Local está traducido al español por la Dra. Maria Zoco, MD, MPH—médico de familia, educadora, esposa y madre de cinco hijos. Trabaja en una ONG que sirve a personas inmigrantes.