Humo de incendios forestales, COVID-19 y las llamativas semejanzas
Ha sido un tanto surrealista ver cómo el humo de los incendios se ha extendido como una sábana por Canadá y el nordeste de los Estados Unidos. Ha afectado a la calidad del aire de decenas de millones de personas, alcanzando niveles de polución en algunas áreas totalmente fuera de lo normal.
No puedo evitar ver las sorprendentes semejanzas de este problema de salud pública con otro—la pandemia.
Ah…esas cosas llamadas mascarillas.
Dado que el humo de los incendios forestales y las gotas de transmisión respiratorias son mayores que el filtro de las N95, estas mascarillas funcionan en ambos casos.
He escuchado que más gente ha llevado mascarillas en los dos últimos días que el invierno pasado cuando COVID, VRS o la gripe arrasaban las comunidades. Lo atribuyo a dos cosas:
Amenazas visibles frente a invisibles. Cuando algo es invisible es mucho más difícil de comprender. Esto siempre ha sido una amenaza para el trabajo de salud pública. ¿Sería diferente el uso de mascarillas si los virus crearan columnas de humo verde?Las herramientas que permitan hacer a los virus tan visibles como el humo, como por ejemplo indicadores de carga viral en las aplicaciones del clima, podrían ser algo fácil de lograr.
Efectos inmediatos frente a largo plazo. Los síntomas del humo son bastante inmediatos (p.ej. irritación de los ojos, tos). Los síntomas de los virus llevan más tiempo (el virus tarda unos días en replicarse en el cuerpo). Y en algunos casos, el sistema inmune previene la infección o los síntomas del todo. Así que la relación causal es menos aparente para la gente.
Amenaza nueva frente a habitual. COVID-19 ya no es algo nuevo; la mayor parte de la gente sabe valorar el riesgo que quiere correr, entre el repertorio de riesgos que tenemos. El humo de los incendios forestales en el nordeste del país es algo nuevo. ¿Se pondrían mascarilla el mismo número de personas después de 3.5 años de incendios forestales?
La politización plenamente demostrada….de nuevo.
Enseguida ha quedado demostrada la la politización de la salud pública y el cambio climático a propósito de los incendios forestales. Al igual que con la pandemia, esto es seriamente peligroso para la salud de las comunidades.
Un canal nacional de noticias impulsó la idea de que no hay consecuencias negativas para la salud con el humo de los incendios y de que las mascarillas no funcionan. Pero, como dijo un epidemiólogo durante la pandemia, “politizar las mascarillas tiene el mismo sentido que politizar la gravedad”
La comunicación del riesgo es clave.
La comunicación clara y oportuna del riesgo es importante para que la gente pueda decidir hoy según datos de la evidencia. Lo hicimos fatal durante la pandemia. Se ha hecho mejor con el humo.
Con una amenaza nueva, como el humo de los incendios forestales, es mejor comparar con cosas dañinas que conocemos bien—como el tabaco. Esto ayuda a calcular el riesgo de manera más precisa. Por ejemplo, gracias a los datos de Berkeley Earth he visto que respirar cantidades excesivas de humo de los incendios forestales (en color morado en el Índice de Calidad del Aire) es equivalente a fumar medio paquete de cigarrillos. ¿Quizás es momento de ponerse una mascarilla?
Señales del cambio climático
Al contrario de lo que creen algunos, según unos cuantos correos desagradables que recibí tras el último artículo, sí..el cambio climático es un problema. Tanto los virus como los incendios lo ponen de manifiesto:
Humo. Se estima que 82 millones de estadounidenses experimentarán un aumento del 57% en la frecuencia y del 31% en la intensidad de las “olas de humo” —2 o más días consecutivos con altos niveles de PM2.5 por humo de incendios forestales– en años futuros. El norte de California, el oeste de Oregón y las Grandes Llanuras serán los más afectados.
Virus. El cambio climático está aumentando la transmisión de virus actuales y nuevos. El cambio del clima afecta al movimiento de animales y humanos a elevaciones mayores, a otros puntos calientes o “hotspots” de biodiversidad y a zonas nuevas no habitadas previamente. Por ejemplo, los mosquitos están migrando a nuevas áreas, y por tanto, llevando enfermedades a poblaciones que antes estaban protegidas.
Importancia de la calidad del aire interior.
Ambos eventos nos muestran que mejorar la calidad del aire interior como herramienta para mitigar los efectos ha sido algo infrautilizada durante décadas. Además, algunas de las mejores intervenciones de salud pública tienen lugar en la sombra: intervenciones a nivel institucional que de forma pasiva e invisible trabajan para el individuo. Resolver este problema de forma equitativa es un enorme reto que espero mejore con el tiempo.
En resumidas cuentas
Necesitamos ser listos y adaptarnos mejor porque el medioambiente a nuestro alrededor está cambiando con rapidez. Sea por incendios o por virus, nuestra salud depende de ello.
Love, YLE
Su Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, trabaja en un comité de expertos en política sanitaria y es consultora para un número de organizaciones, incluyendo los CDC. Por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos. Este boletín informativo es gratis gracias al apoyo generoso de los miembros de la comunidad YLE. Para contribuir a este esfuerzo, por favor suscríbase aquí.