Las mujeres están luchando por sus vidas en EE.UU.
El aborto, Texas, yo, Kate, y la trágica historia
La salud pública toca todos los aspectos de nuestras vidas, no solo durante una pandemia. Gracias a sus respuestas, esta publicación seguirá con actualizaciones de Covid-19 y además, tocará otros temas de salud pública también. Para elegir de qué temas quiere recibir información, elija sus opciones AQUÍ.
Soy una mamá que ha estado embarazada tres veces en Texas. Uno de los embarazos tenía anormalidades genéticas severas e irreversibles. De repente, me vi luchando por mi vida a mitad del embarazo. Él no tenía ninguna posibilidad de luchar. Aunque salí de aquello, no fue sin una increíble cantidad de pena y trauma. Tal vez algún día tenga el valor de contar toda mi historia. Pero eso es lo que es: mi historia, mi salud y mi vida.
Kate Cox, en Texas, está pasando por una historia muy similar. Pero su salud y su futuro no los están determinando ni ella ni su equipo médico. Y, si sale viva, llevará el dolor y el trauma consigo el resto de su vida.
Pero esta no es una historia sobre mí o sobre Kate. Es una batalla que toca muy de cerca a muchas mujeres en EE.UU. Literalmente, las mujeres están luchando por sus vidas.
Tasas de mortalidad materna: altas y en aumento
La cantidad de mujeres que mueren por embarazo, parto o justo tras el parto es trágicamente alta. Comparado con otros países de ingresos altos, EE.UU está en el primer lugar. De hecho, 20 veces más alto que los Países Bajos.
La dramática estadística general de los Estados Unidos oculta historias de datos aún más trágicas:
Las tasas de mortalidad materna están aumentando rápidamente.
Las disparidades son estremecedoras. Las mujeres negras no hispanas, por ejemplo, tienen una tasa de mortalidad de 69.8 por cada 100.000 nacidos vivos.
Las restricciones en la atención médica desempeñan un papel
La mortalidad materna en los Estados Unidos se debe a causas diversas: mayores tasas de cesáreas, factores sociodemográficos, atención prenatal deficiente, enfermedades crónicas y crecientes restricciones en las opciones de atención médica.
Un estudio ha encontrado que la reducción del acceso de las mujeres a planificación familiar y servicios de salud reproductiva ha contribuido al aumento más reciente de las tasas de mortalidad materna.
Otro ha encontrado que cada unidad de aumento del índice de políticas sobre el aborto (esto es, de políticas más restrictivas a nivel estatal) equivale a un aumento del 7% en mortalidad materna.
Ambos estudios evaluaron políticas antes de Dobbs. Dado que ahora la restricción al acceso es mayor, las proyecciones de mortalidad materna son más nefastas:
Un estudio ha estimado un 24% de aumento en las muertes maternas.
Restringir el acceso a cuidados también significa que el cuidado se hace más peligroso. La OMS reporta que los abortos inseguros o ilegales son responsables de hasta el 10% de las muertes maternas a nivel mundial.
Consecuencias a largo plazo
Si la madre sobrevive al embarazo y al parto, la experiencia puede afectar a su salud física y mental por décadas venideras.
Las situaciones de morbilidad extrema materna o “casi fatales”, definidas como aquellas en la que la mujer casi muere pero sobrevive a esa complicación, se asocian con:
Peor calidad de vida en general.
Peor salud mental y social.
Consecuencias económicas negativas.
Lo mismo ocurre entre quienes querían un aborto y no lo consiguieron. El famoso Estudio Turnaway ( en el que la científica principal acaba de recibir un galardón MacArthur Genius) encontró que aquellas mujeres obligadas a seguir adelante con un embarazo no deseado tuvieron:
Mayor aumento de estrés financiero. Y que se mantenía varios años.
Reducción a corto plazo en acceso a crédito.
Mayor probabilidad de sufrir ansiedad y pérdida de autoestima a corto plazo tras serle denegado el aborto.
Menor probabilidad de tener aspiraciones y planes de vida en el año siguiente.
Salud física más precaria durante años tras el embarazo, incluyendo dolor crónico e hipertensión gestacional.
Implicaciones serias para el niño nacido de un embarazo no deseado, así como para los niños ya existentes en la familia.
Mayor probabilidad de seguir en una relación abusiva.
En resumidas cuentas
Las mujeres están peleando por sus vidas en Estados Unidos. Lo vemos en las estadísticas. Lo escuchamos en las historias que nos cuentan las mujeres. Nuestro trabajo como miembros de la comunidad es apoyarlas. La respuesta no es hacer su lucha aún más difícil. Espero que encontremos la manera de ponernos de acuerdo en eso.
Estoy agradecida de por vida a Kate por su valentía. Y a todas las mujeres que están ahi luchando por mejorar la salud de las mujeres.
Love, YLE
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Su Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, es consultora senior para un gran número de organizaciones. Por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos.
Su Epidemiólogo Local está traducido al español por la Dra. Maria Zoco, MD, MPH—médico de familia, educadora, esposa y madre de cinco hijos. Trabaja en el departamento de medicina social de una universidad.