Negar los abortos no parará los abortos
La salud pública toca todos los aspectos de nuestras vidas, no solo durante una pandemia y no sólo con relación a enfermedades infecciosas. Gracias a sus comentarios , este blog continuará dando actualizaciones de COVID pero también tocará otros temas epidemiológicos. Por ejemplo, la salud de la mujer. Si solo quiere recibir información de COVID, vaya a sus ajustes AQUÍ y desmarque : Your Local (Women’s Health) Epidemiologist”, Your Local (Violence) Epidemiologist” y “Your Local (MH) Epidemiologist.”
El lunes, se filtró un documento del Tribunal Supremo y dejó ver lo que ya sabíamos que iba a ocurrir: Roe v. Wade será anulada en Estados Unidos. Por ahora, el aborto es legal a nivel federal, pero se espera que esto cambie en junio. Esta decisión tendrá un efecto en cascada en muchos sectores, incluyendo el de la salud pública.
Los abortos no son raros. Una de cada cuatro mujeres tendrán un aborto inducido antes de los 45 años. Esto significa que usted conoce a alguien que ha obtenido un aborto, como yo.
Los CDC tienen un programa de monitorización de abortos para que podamos entender la tasa de abortos en los Estados Unidos y cómo han cambiado a lo largo del tiempo. Desafortunadamente, estos datos no son perfectos dada la estructura de reporte voluntario (es decir, todos los datos son incompletos), pero es lo mejor que tenemos. Los últimos datos publicados son de un estudio en 2022 en MMWR:
En 2019, 629.898 personas en Estados Unidos obtuvieron un aborto. Esto equivale a 11.4 abortos por cada 1000 mujeres de edades entre 15 y 44 años o 191 abortos por cada 1.000 nacidos vivos.
Estos datos subestiman las verdaderas cifras; el número real de abortos en Estados Unidos es más cercano a 1.2 millones al año.
En 2019, Nueva York tuvo al cifra más alta de abortos (78.587) seguido por Florida y Texas.
Las tasas de abortos han bajado con el tiempo. Desde los años 90, el número total de abortos reportados bajó un 50% y, en 2010 hubo otro descenso significativo gracias al Affordable Care Act y el incremento en el acceso a métodos anticonceptivos.
Los abortos no van a parar
Una cosa que es evidente es que los abortos no van a parar porque las leyes cambien. Esto se refleja bien en Texas en los últimos meses. El 1 de septiembre de 2021, aprobó una ley que prohíbe todos los abortos una vez que se detecte el latido del corazón–por lo general a las 5 o 6 semanas tras la concepción. Esta fue la ley estatal antiaborto más restrictiva de los Estados Unidos. El cambio en esta política de salud nos ha dado un conocimiento crítico del panorama posRoe en Estados Unidos.
Casi inmediatamente, el número de abortos legales se desplomó en Texas. En agosto de 2021, se registraron 5.377 abortos legales en Texas. En septiembre de 2021, bajaron a 2.164. Comparado con septiembre de 2020, esto supone un descenso del 50%.
Este descenso se debe a varias razones, pero lo más importante es por el cambio en dónde la gente obtuvo el aborto. Los abortos legales en estados adjacentes se dispararon. De septiembre a diciembre de 2019 (antes de la ley), 514 personas residentes en Texas fueron a estados cercanos a recibir un aborto legal. De septiembre a diciembre de 2021 (después de la ley), 5.574 personas fueron a estados cercanos. De las que viajaron, la mayoría fueron a Nuevo México y Oklahoma.
La solicitud de píldoras abortivas por correo también aumentó de manera significativa. Un estudio publicado en JAMA valoró las tasas de solicitud de Aid Access– una ONG internacional que ofrece un servicio de envío por correo de medicación abortiva que esquiva las restricciones de Estados Unidos, conectando personas con doctores y farmacias en el extranjero. El equipo encontró que el uso de píldoras abortivas aumentó en Texas tras la aprobación de la ley estatal. En la primera semana, las solicitudes a Aid Access se dispararon por más de un 1.180% —de unas 11 solicitudes al día a unas casi 138 solicitudes al día. Durante las siguientes tres semanas, las solicitudes permanecieron un 245% más altas. En conjunto, Aid Access recibió 1.831 solicitudes de Texas para abortos autogestionados en septiembre de 2021.
Así que, si sumamos el número de abortos fuera del estado + el número de pastillas abortivas + el número de abortos en el estado, se observa un pequeño descenso(10%) del número total de abortos en Texas después de que la ley fuera aprobada. Incluso entonces, la discrepancia puede justificarse por otras vías de obtención de un aborto, como viajar a Mexico para obtener prescripciones o procedimientos o procedimientos ilegales dentro del estado, que no están documentados en las fuentes de datos. No obstante, una diferencia cercana a cero en el número de abortos es consistente con la investigación internacional: la tasa de abortos es de 37 por 1000 en países que prohíben el aborto y 34 por 1000 en países que lo permiten.
Problema a nivel nacional
Por supuesto, este es el impacto de una ley en un estado. Y, afortunadamente, muchas mujeres han podido viajar o encontrar otras vías para abortar. Con la anulación de Roe v. Wade y el poder transferido a los estados, se espera que 12 estados prohíban el aborto automáticamente y otros 13 estados promulguen leyes más restrictivas. Esto va a generar áreas sin ninguna posibilidad de abortos a lo largo del país, especialmente en el sur. Un artículo de Nature muestra este efecto dramático en un buen gráfico aquí.
La mayor desesperación traerá un aumento de abortos ilegales no seguros o las personas tendrán que seguir forzosamente con un embarazo no deseado. Los dos hechos tendrán un impacto físico y mental entre las mujeres:
Mortalidad: Hay mujeres que morirán. Cada año, 7 millones de mujeres por el mundo son admitidas en hospitales tras abortos peligrosos. Un 4.7 a 13% de esas mujeres por lo general mueren.
Morbilidad. Las mujeres que reciben un aborto ilegal tienen riesgo más alto de tener problemas médicos serios que incluyen infecciones y daño en el tracto genital y órganos internos (debido a la inserción de objetos peligrosos como palos, agujas de hacer punto, cristales rotos).
Enfermedad mental. Las mujeres a las que se les niega un aborto presentan mayor número de enfermedades mentales y peor bienestar. Un estudio de JAMA encontró que las mujeres a las que se negó un aborto reportaron mayor ansiedad, menor autoestima y menor satisfacción con la vida comparado con mujeres que pudieron obtener un aborto. No se ha encontrado evidencia de que obtener un aborto produzca efectos negativos en la salud mental o el bienestar.
Dificultades económicas. Un estudio en AJPH encontró que las mujeres a las que se negaba un aborto experimentaban un aumento en la pobreza familiar que duraba cuatro años más comparado con aquéllas que obtenían el aborto. También, años después de que se negara un aborto, era más probable que las mujeres no tuvieran dinero para cubrir necesidades básicas como alimentos, casa y transporte. La Agencia Nacional para la Investigación Económica (National Bureau of Economic Research) encontró que negar un aborto disminuía la calificación de crédito y aumentaba su deuda.
Violencia. Otro estudio encontró que negar abortos mantuvo a las mujeres en contacto con sus parejas, poniéndoles en riesgo de daños a ellas y a sus hijos.
Consecuencias en los hijos. El Estudio Turnaway — en UCSF—encontró que cuando las mujeres tienen control sobre cuándo tener a sus hijos, los hijos se benefician. Específicamente encontraron que “ Los hijos nacidos de mujeres que habían obtenido un aborto con anterioridad, experimentaban mayor seguridad económica y vínculo con la madre que los hijos nacidos porque la madre no había obtenido un aborto.”
En resumidas cuentas
Una ley no va a disminuir el número de abortos. Cambiará dónde la gente obtiene el aborto, aumentará el número de abortos ilegales, y directa e indirectamente impactará la salud de las mujeres y aumentará aún más las disparidades en salud en Estados Unidos. Estamos retrocediendo y esto será un desastre de salud pública por décadas venideras.
Love, YLE