Nuestros jóvenes están teniendo problemas de salud mental
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Este post contiene información delicada a cerca del suicidio. Si usted necesita ayuda, hay muchos recursos disponibles en la página web de National Suicide Prevention Hotline. También tiene un chat anónimo disponible o puede llamar al 800-273-8255.
El 19 de octubre de 2021, tres organizaciones, American Academy of Pediatrics, American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, y Children 's Hospital Association emitieron una declaración proclamando la salud mental infantil como una “emergencia nacional”. Seguidamente, el 7 de diciembre, el Director General de Servicios de Salud de los Estados Unidos publicó un informe de 53 páginas sobre la situación de urgencia extrema de la salud mental juvenil. Los crecientes problemas de salud mental entre niños y jóvenes son el resultado del aumento de los problemas de salud mental previos a la pandemia, agravados por una pandemia profundamente disruptiva.
Según la definición del Director General de Servicios de la Salud de los Estados Unidos, en la página 6 del informe, los problemas de salud mental son “aquellos que causan dificultades para funcionar en la vida diaria y afectan a nuestras relaciones con otras personas, como sucede con los trastornos de ansiedad, la depresión mayor, la esquizofrenia, el trastorno bipolar y los trastornos de alimentación, entre otros.”
Antes de la pandemia
Los problemas de salud mental entre niños y jóvenes no son nuevos. Antes de la COVID-19, los trastornos mentales pediátricos ya eran elevados: Hasta un 20% de niños y jóvenes sufren un trastorno mental en un año cualquiera, un porcentaje que ha seguido aumentando en los últimos años. Por ejemplo, la mortalidad por suicidios en el grupo de edad de 10 a 24 años subió constantemente entre 2010 y 2018, lo que hizo que el suicidio fuera la segunda causa de muerte en el grupo de edad de 10 a 24 años en 2018.
Al comienzo del confinamiento
Llegó el COVID-19. Se cerraron las escuelas, y los niños se quedaron sin actividades escolares y metas. El aislamiento en casa, la preocupación sobre el futuro y las posibles presiones económicas en las familias contribuyeron al deterioro de la salud mental. Está claramente reflejado en múltiples estudios cómo el primer y segundo mes de la pandemia impactaron de forma significativa la salud mental de los niños.
Al principio de la pandemia (abril de 2020), el porcentaje de consultas de urgencia pediátricas por causas de salud mental aumentaron un 24-31% (dependiendo del grupo de edad).
Igualmente, el número de jóvenes que fueron a los servicios de urgencias por ideación o comportamiento suicida aumentó desde el principio y permaneció más alto que en 2019. En general, hubo un 133.5% de incremento de riesgo entre los niños de 5 a 12 años y de un 69.4% entre los jóvenes de 13 a 17 años, de acudir a urgencias por acontecimientos relacionados con la ideación o el comportamiento suicida comparado con 2019. Los índices también aumentaron a lo largo del año para niñas.
Algo más tarde en la pandemia
Al final del 2020, Jed Foundation realizó una encuesta a nivel nacional para valorar el bienestar de los jóvenes durante la pandemia. Según dicha encuesta, una de cada tres familias manifestó que la salud emocional de los hijos era peor que antes de la pandemia. Los problemas más frecuentes fueron los sentimientos de soledad (23%) y la ansiedad (22%), seguidos por la dificultad para concentrarse (20%).
En agosto de 2021, la revista científica JAMA pediatrics publicó un artículo revisando 29 estudios con unos 80,000 jóvenes a nivel mundial. Encontraron que el 25.2% de los jóvenes sufrieron depresión, y el 20.5% sufrieron ansiedad, el doble de la incidencia pre-pandemia (11.6% para la depresión en pre-pandemia y 12.9% para la ansiedad en pre-pandemia). Cabe destacar que las tasas de depresión y ansiedad aumentaron conforme progresó la pandemia, especialmente entre adolescentes de más edad y niñas.
Más recientemente (agosto-septiembre 2021), NPR, Robert Wood Foundation, y Harvard encuestaron a padres para evaluar el impacto de la ola Delta en niños. Encontraron que el 36% de los hogares con niños tenían dificultades con el estrés, la ansiedad, la depresión o los problemas para dormir. Además, más de un tercio de las familias comunicó graves obstáculos en el apoyo social (por ejemplo guarderías infantiles).
El interés por la salud mental nunca ha sido mayor. Según El Año en Búsquedas de Google, mantener la salud mental se buscó a nivel mundial más en 2021 que nunca antes. El siguiente gráfico muestra la popularidad de la búsqueda en Google de "salud mental" a lo largo del tiempo, con el eje Y mostrando el aumento progresivo de la popularidad relativa. Donde el punto alcanza el 100, es el pico de popularidad. Un valor de 50, por ejemplo, indica que el término buscado era la mitad de popular en ese momento
¿Cuál es el plan a nivel nacional para tratar este problema?
El Departamento de Educación publicó una nueva guía para apoyar las necesidades de salud mental infantiles. En Agosto, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos se comprometió a invertir 85 millones de dólares en fondos para la expansión de los servicios de salud mental para niños y jóvenes. La declaración de “emergencia nacional” y la nueva guía de recursos del Departamento de Educación incluyen muchas llamadas a la acción:
Reducir el Estigma. Una encuesta de CBS de 2019 mostró que cerca del 90% de los individuos consideran que hay estigma asociado a las enfermedades mentales. Los niños con problemas de salud mental que sufren estigma son a menudo marginados y expulsados de clases o grupos, lo que produce baja autoestima y secretismo.
Abordar la Falta de Financiación. Históricamente, la salud mental de niños y jóvenes nunca ha recibido suficiente financiación. Ésta es necesaria para financiar servicios de cribado, diagnóstico y tratamiento a todos los niños y jóvenes y atajar el problema de falta de camas y recursos. Igualmente se necesita financiación para ampliar el número de trabajadores de salud mental infantil y mejorar los conocimientos de salud mental de los educadores. Los distritos escolares también necesitan financiación para poder recoger datos que informen las decisiones de salud en sus comunidades.
Coordinación de Servicios. La asistencia de salud mental está fragmentada y muchos niños y jóvenes no reciben servicios integrales. Muchos servicios se ofrecen en clínicas distintas con diferentes proveedores y fuentes de financiación. La atención a la salud mental debería estar integrada en la atención primaria pediátrica, y los sistemas comunitarios deberían ayudar a conectar a las familias con los recursos disponibles. La telemedicina debería mantenerse como una opción disponible incluso cuando hospitales y clínicas reabran sus puertas al público.
Fomentar la Equidad en Salud. Muchos grupos (LGBTQ+, jóvenes de color y jóvenes de familias con bajos recursos económicos) se ven afectados por problemas de salud mental de manera desproporcionada. Las organizaciones deben priorizar la equidad a la hora de ampliar e implementar servicios.
¿Qué pueden hacer los padres?
Unos autores en la revista científica Journal of Pediatric Health Care ofrecen recomendaciones para abordar la salud mental de los jóvenes. ¿Qué pueden hacer los padres?
Rutina diaria. Intentar mantener las rutinas de los niños lo más “normales” posible, y comprometerse en prácticas que mejoran la salud general de niños y jóvenes. Compartir comidas saludables en familia, ayudarles a mantener una rutina de sueño consistente, y asegurarse de que asisten a la escuela habitualmente tanto en persona como de forma remota.
Valide las experiencias de sus hijos. Hable honestamente con ellos, y hágales saber que sus emociones son reales y que es normal sentirlas. Dígale que los quiere y que superarán las dificultades juntos.
Salud Mental. Al igual que las revisiones médicas físicas, se deberían incluir revisiones de salud mental. Hable con su pediatra o médico de familia si tiene preocupaciones o necesita ayuda para encontrar un proveedor de salud mental. Los consejeros en las escuelas son un un recurso de gran ayuda.
Seguridad: Mantenga las medicinas, especialmente aquellas peligrosas en sobredosis, y las armas de fuego guardadas bajo llave para que no haya oportunidad de que sus hijos o sus amigos accedan a ellas.
En resumidas cuentas: Los niños lo han pasado (y continúan pasándolo) mal durante la pandemia. Hay mucho que podemos hacer a nivel nacional pero también a nivel individual para priorizar las necesidades de los niños y los jóvenes durante estos tiempos difíciles.
Love, YLE, Rebecca Molsberry MPH, and Dr. Lisa Uebelacker, PhD
Rebecca Molsberry es una magnífica candidata de doctorado experta en epidemiología en salud mental. Como no tiene suficiente trabajo (!) se ha ofrecido amablemente a mantener a la comunidad YLE al día en investigación en salud mental en el mundo- un tema en el que la comunidad YLE ha mostrado mucho interés.
La Dra. Lisa Uebelacker es Profesora en le Departamento de Psiquiatría y Comportamiento Humano en Brown University, y Co-Directora de Medicina del Comportamiento e Investigación en Adicciones en Butler Hospital, en Providence Rhode Island.
Tu Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, profesora universitaria, investigadora, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, investiga en su laboratorio y enseña cursos de postgrado, y por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos. Este boletín informativo es gratis gracias al apoyo generoso de los miembros de la comunidad YLE. Para contribuir a este esfuerzo, por favor suscríbase aquí: