Las pautas de cribado o screening del cáncer de mama han cambiado recientemente, y las vacunas para prevenirlo están en desarrollo. Les hablo de estas noticias y, lo que es más importante, del "por qué" para que pueda tomar decisiones basadas en la evidencia.
La edad para comenzar a realizar pruebas de cribado es ahora de 40 años
La semana pasada, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (USPSTF, por sus siglas en inglés), un panel voluntario de expertos nacionales, publicó nuevas pautas para las pruebas de detección del cáncer de mama: Las mujeres más jóvenes deben hacerse las pruebas de cribado. Específicamente, las personas asignadas al sexo femenino al nacer, que tienen un riesgo promedio de cancer de mama, deben hacerse una mamografía a partir de los 40 años y hasta los 74 años. (NOTA: las directrices son distintas para las mujeres de alto riesgo, como aquellas con historia familiar o predisposición genética. ¿No sabe su riesgo? Pruebe esta herramienta de valoración de riesgo. )
La ciencia sobre quién debe hacerse las pruebas de cribado del cáncer y con qué frecuencia siempre está evolucionando, en parte porque las tecnologías y los patrones del cáncer continúan cambiando. Los encargados de la formulación de políticas tienen la responsabilidad de sopesar constantemente los beneficios de las pruebas de cribado y los riesgos de un sobrediagnóstico (piense en los falsos positivos), que pueden provocar daños físicos, psicológicos y financieros. Este equilibrio beneficio/daño se ha debatido durante años, principalmente debido a la incertidumbre de las cifras (vidas salvadas vs. sobrediagnosticadas).
Antes de este cambio reciente, USPSTF recomendaba comenzar las pruebas de detección a los 50 años, lo cual era controvertido y no estaba de acuerdo con lo aconsejado por otras organizaciones. Por ejemplo, la Sociedad Americana Contra el Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés) recomendaba que todas las personas comenzaran a hacerse las pruebas de screening a los 45 años.
Varios factores han llevado a UTPSTF a recomendar el cribado a edades más tempranas:
El cáncer de mama se presenta cada vez más a edades más tempranas. Se estima que el cáncer de mama en personas menores de 50 años ha aumentado en un 2% cada año. El cáncer de mama suele ser más agresivo cuando se presenta en personas más jóvenes (antes de la menopausia en particular). Debido a que el cáncer generalmente se ha considerado como una enfermedad del envejecimiento, las personas más jóvenes a menudo no son diagnosticadas hasta que está más avanzado.

Las mejoras tecnológicas, como las mamografías 3D, han hecho que las pruebas de detección sean más eficaces para identificar los cánceres. Esto es importante porque reduce el sobrediagnóstico y la angustia psicológica relacionada con un resultado anormal. Tenemos curiosidad por ver cómo la IA también puede ayudar con esto. Por ejemplo, un estudio de The Lancet ha mostrado un aumento modesto (4%) en los cánceres detectados cuando un radiólogo+IA buscaban cáncer en una mamografía en comparación con dos radiólogos.
La mortalidad por cáncer de mama notablemente alta entre las mujeres de raza negra en particular, podría reducirse mediante pruebas de cribado más tempranas. Un estudio reciente proyectó que comenzar las pruebas de screening del cáncer a los 40 años reduciría las muertes por cáncer entre las mujeres de raza negra en un 24%. Esto es crucial ya que las mujeres de raza negra tienen una mayor mortalidad por cáncer de mama que las mujeres de otras razas/etnias.
La frecuencia con la que se debe realizar el cribado de cáncer es un tema de debate
Aunque ACS y USPSTF ahora están de acuerdo en las pruebas de detección a personas más jóvenes, todavía no están de acuerdo en algunos detalles, incluida la frecuencia con la que se deben realizar las pruebas de detección. USPSTF recomienda hacerlas cada dos años, mientras que ACS recomienda una mamografía anual. (El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists, o ACOG, por sus siglas en inglés) se queda en el medio.
Esto es un problema. Las recomendaciones contradictorias crean confusión, lo que se traduce en patrones de retraso a nivel de población. Además de los beneficios y daños absolutos, las políticas y directrices deberían incorporar evidencia sobre el comportamiento humano (ciencia del comportamiento). Por ejemplo, las conductas preventivas de salud son más fáciles cuando las directrices son claras, los comportamientos simples y el período de tiempo razonablemente corto. Probablemente puedo recordar cuando ha pasado aproximadamente un año desde mi última mamografía, pero ¿dos años? Esto traslada más carga de trabajo al sistema de salud para que haga un seguimiento de mis mamografías y me lo recuerde. Fundamentalmente, las pautas también informan lo que pagará el seguro, y los costos de bolsillo a nivel individual pueden ser un gran obstáculo.*
¿Vacunas para el cáncer de mama?
Incluso si se detecta tempranamente y se trata, algunos cánceres pueden recurrir o extenderse, y en el proceso, mutar para hacerse más resistentes al tratamiento. Este proceso complejo ha hecho que los científicos intenten desarrollar vacunas para prevenir y/o alcanzar “inmunidad” frente al cáncer.
Una forma de cáncer de mama llamado triple negativo, o TNBC, es más difícil de tratar porque hay menos “objetivos” para los fármacos disponibles actualmente. La Clínica Cleveland ha estado trabajando, durante 20 años, en una vacuna contra el cáncer de mama que entrena al sistema inmunitario para identificar y destruir células TNBC, que secretan una proteína llamada alfalactoalbúmina.
Los resultados preliminares del primer ensayo clínico de fase I se presentaron en abril de 2023. Los científicos inscribieron en el ensayo a supervivientes de cáncer de mama TNBC que tenían riesgo de que su cáncer volviera.
El propósito de este ensayo clínico era verificar la seguridad de la vacuna, aunque los científicos también analizaron las respuestas inmunitarias. Todos los participantes han desarrollado respuestas inmunitarias y la vacuna ha mostrado ser segura.
Queda mucho camino por recorrer hasta demostrar impacto en el cáncer TNBC, y muchos ensayos clínicos de vacunas de cáncer más amplios han fracasado en su intento de poner una vacuna en el mercado. Sin embargo, seguimos observando atentamente qué ocurre en este espacio, y cruzando los dedos.
En resumidas cuentas
Hágase las mamografías a partir de los 40 años. Es probable que sea más fácil (y más proactivo) hacerlo cada año, pero puede considerar a nivel personal su beneficio/riesgo. (Y hable con su compañía aseguradora y su médico sobre el coste)*
Love, YLE y AB
* Actualizaciones al post original gracias a los comentarios perspicaces de los lectores.
Andrea Betts, MPH PhS, es una científica conductual cuya investigación se centra en el cáncer en adolescentes y adultos jóvenes.
Su Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, es consultora senior para un gran número de organizaciones. Por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos.
Su Epidemiólogo Local está traducido al español por la Dra. Maria Zoco, MD, MPH—médico de familia, consultora de salud pública, esposa y madre de cinco hijos. Trabaja en una ONG que sirve a personas inmigrantes.
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