Pandemia de amabilidad: un mundo lleno de resiliencia
No hay duda de que la pandemia ha traído oscuridad, y en tiempos de crisis, tendemos a fijarnos en lo negativo. Pero hay cosas positivas también. Hablar de ellas puede aportar optimismo, lo que fomenta la resiliencia y aumenta nuestra capacidad para adaptarnos a retos futuros.
El Informe Mundial de la Felicidad (World Happiness Report, o WHR, por sus siglas en inglés) sacó a la luz un buen número de cosas positivas el viernes pasado cuando se publicó su último informe.
Informe Mundial de la Felicidad (WHR)
WHR es un sondeo global distribuido a gente repartida por más de 150 países del mundo. Es una publicación de las Naciones Unidas, pero está financiada por un número de fundaciones y está escrita por un grupo de expertos independientes. Este año se cumple su décimo aniversario. El objetivo del informe es evaluar cómo se sienten las personas de distintas partes del mundo, incluyendo las tendencias en el tiempo.
Las tendencias generales no suelen cambiar mucho de año en año. Pero, como se pueden imaginar, la pandemia afectó de manera significativa cómo se siente la gente. Éste es el primer informe que incluye datos de la pandemia. Consta de seis capítulos y merece la pena leerlo; además hay algunos hallazgos en particular que vale la pena destacar.
El lugar más feliz del mundo
WHR es famoso por su clasificación del “lugar más feliz del mundo”. Miden esto preguntando a miles y miles de personas del mundo que respondan a una pregunta:
“Imagine por favor una escalera, con peldaños numerados del 0, en lo más bajo, al 10, en lo más alto. Lo más alto de la escalera representa la mejor vida posible para usted, y lo más bajo de la escalera representa la peor vida para usted. ¿En qué peldaño de la escalera siente que está usted en este momento?
Validan esta información con medidas como apoyo social, esperanza de vida, libertad para tomar decisiones y elegir, generosidad, PIB per cápita, percepción de corrupción y emociones positivas y negativas.
Por quinto año consecutivo, Finlandia es el país más feliz (Lo que no sorprende dado su sistema de apoyo social capaz de amortiguar cualquier shock, como una pandemia). De manera interesante, los Estados Unidos mejoraron su posición en el ranking durante la pandemia, avanzando del puesto 19 al 16 entre los países más felices. El ranking por debajo del nivel deseado se debe a un número de factores, incluyendo baja confianza en las instituciones y desigualdad en el nivel de ingresos. Los 10 países con los mayores avances en la lista fueron, en orden, Serbia, Bulgaria, Rumanía, Hungría, Togo, Baréin, Latvia, Benin, Guinea y Armenia.
Emociones positivas y negativas
Al igual que en años anteriores, WHR incluye una medida llamada “evaluaciones de vida”. Este dato se mide a nivel individual calculando el balance neto entre emociones positivas y negativas. De ahí se obtiene una media global y por país.
Durante la pandemia, el conjunto de emociones positivas (medidas por el nivel de gozo, risa y aprendizaje de algo nuevo/hacer algo interesante) continuaron siendo más del doble de frecuentes que las emociones negativas (tristeza, indignación, preocupación). WHR reportó que la media global de emociones positivas fue de 0.66 (esto es, un encuestado promedio experimentó 2 de 3 emociones positivas el día anterior) comparado con una media global de emociones negativas del 0.29.
Sin embargo, en 2020, las emociones negativas (tristeza, indignación, preocupación) aumentaron y fueron un 8% más altas que el estándar previo a la pandemia. Esto se debió al aumento de la tristeza y la preocupación, pero no fue por la indignación o la ira. En 2021, el total de emociones negativas volvieron al nivel de base gracias a una reducción significativa del estrés.
En 2020/2021, dos emociones positivas, la risa y el gozo, disminuyeron un poco, pero “aprender/hacer algo interesante” aumentó significativamente. (¡Esos panaderos aficionados!). Esto llevó a una diferencia neta de cero en emociones positivas.
El equilibrio entre los efectos de lo positivo y lo negativo osciló significativamente según la región. Por ejemplo, las evaluaciones de vida aumentaron considerablemente en Europa central y del este durante la pandemia, lo que ayudó a reducir la brecha con la Europa occidental (que no vio cambios en la evaluación de vida durante la pandemia). MENA (Oriente Medio y el norte de África) y el sudeste de Asia vieron descensos considerables en evaluación de vida. NA& ANZ (Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda) vieron algo de descenso pero continuaron en nivel más alto que la Europa occidental.
Ola global de bondad
Aunque ha habido un aumento de emociones negativas, se ha acompañado de un aumento aún mayor de amabilidad. La amabilidad, medida en donaciones, voluntariado y ayuda a extraños mejoró en todas las regiones del globo. En 2020, hubo un aumento considerable en “ayudar a extraños” pero no hubo cambios significativos en donaciones o voluntariado. Pero en 2021, los tres tipos de amabilidad aumentaron y lo hicieron en un promedio de un 25% sobre el nivel basal.
Otros factores de apoyo a la felicidad también aumentaron dependiendo de las regiones. Por ejemplo, en Europa y NA/ANZ (Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda) reportaron un aumento increíble de la generosidad durante la pandemia, y, en 2021, un descenso en corrupción. En el sudeste de Asia, la confianza en las instituciones iba cayendo en picado antes de la pandemia, pero con la pandemia, la confianza se estabilizó.
En resumidas cuentas
Aunque la pandemia creó la mayor crisis sanitaria del siglo, también ha despertado una ola global de bondad. No solo durante la fase inicial de la pandemia, sino de ahí en adelante también. Sencillamente, en tiempos de crisis, la gente redobla su esfuerzo. Algunos actos de amabilidad llegan a ser noticia, pero millones de ellos son actos comunes e inesperados: comprobar cómo están sus vecinos, ser voluntario en ensayos clínicos, coser mascarillas para los compañeros de trabajo, aliviar la soledad de alguien con un Zoom. Todos estos actos marcan la diferencia.
Estamos de duelo y los países necesitan aprender de sus errores durante la pandemia, pero no podemos perder de vista el torrente de amabilidad y el número de ayudantes que la pandemia también ha sacado a la luz. Esto nos permitirá seguir lidiando con la pandemia. Y quizás, quién sabe, podamos continuar con este despertar de amabilidad por muchos años tras la pandemia. Como dijo Pablo Neruda, “Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”.
Love, YLE
Vaya un reconocimiento especial a los autores del Capítulo 2 del Informe mundial de la Felicidad: John F. Helliwell Vancouver School of Economics, Universidad de British Columbia; Haifang Huang Profesor, Departamento de Económicas, Universidad de Alberta; Shun Wang Profesor, KDI School of Public Policy and Management; y Max Norton Vancouver School of Economics, Universidad de British Columbia