Subcomité del Congreso, GBD y revisionismo
El Subcomité del Congreso para la Pandemia del Coronavirus ha comenzado a reunirse para hablar de todo, desde el origen de COVID-19 hasta las vacunas. La semana pasada invitaron a cuatro científicos para debatir las distintas políticas, incluyendo los confinamientos.
Es importante hablar de las medidas de control de COVID-19. Aún no sabemos qué políticas funcionaron mejor y por qué. Las medidas de protección de la salud durante la pandemia han producido beneficios y daños. Como con cualquier otra política sanitaria hay compromisos. Los gobiernos de todo el mundo hicieron uso de políticas diversas hasta que se desarrollaron las vacunas.
Sin embargo, la semana pasada no se consiguió un debate sutil de los compromisos inherentes a las medidas de control de la pandemia. La Declaración de Great Barrington (GBD, por sus siglas en inglés), por ejemplo, dominó la conversación.
Parece que estamos entrando en una nueva fase de la pandemia–el revisionismo.
Declaración de Great Barrington
En octubre de 2020, GBD propuso un abordaje diferente: aislar a las personas vulnerables permitiendo la transmisión de la infección entre los miembros de la comunidad con bajo riesgo. Afirmaba que esto, a la larga, conseguiría inmunidad de grupo sin los estragos económicos y sociales de los confinamientos. Los autores de la GBD no incluyeron ninguna evidencia o modelos y no fue nunca revisada por pares.
La idea se hizo viral. Unas cuantas personas influyentes hicieron caso. Trump se reunió con los autores de la declaración en la Casa Blanca. Scott Atlas, asesor del grupo de coronavirus de Trump, la recibió con los brazos abiertos y adoptó GBD–por ejemplo, frenando con éxito los programas federales de pruebas diagnósticas. El gobernador de Florida, Ron DeSantis fue aconsejado por GBD. Pero el consenso científico rechazó la idea.
Dos de los autores de GBD fueron invitados a testificar la semana pasada. Una congresista dijo: “La historia les está dando la razón”. Pero ¿estaban en lo cierto?
El comité se hubiera beneficiado de mirar la evidencia científica contra el abordaje GBD y por qué, en definitiva, la salud pública desechó sus ideas.
Los problemas epidemiológicos con GBD
El año pasado, un grupo de matemáticos publicó modelos epidemiológicos para responder a la pregunta: ¿qué hubiera pasado si hubiésemos hecho uso del abordaje GBD?
Encontraron que en una ciudad de 1 millón de habitantes en Inglaterra:
No hacer nada (es decir, no proteger a los vulnerables) hubiera resultado en 415 muertes por 100.000 habitantes–el equivalente a un total de 230.795 muertes en total en Inglaterra.
Este es probablemente un resultado conservador, dado que el modelo no tuvo en cuenta el colapso del sistema sanitario.
“Protección perfecta enfocada” (el abordaje de GBD) hubiera resultado en 87.6 muertes por 100.000 habitantes–el equivalente a un total de 50.000 muertes entre gente más joven.
Así que, en teoría, la protección perfecta hubiera salvado vidas en comparación a la falta de esa protección. Pero la teoría es muy distinta de la práctica.
Hay tres problemas principales:
Es imposible proteger al 100% a los adultos vulnerables. En Inglaterra, 3 de cada 4 personas vulnerables viven con otra gente. No hay un “ellos”, hay un “nosotros”, así que protegerlos solo a “ellos” no sería perfecto. Si la protección hubiera sido eficaz en un 80% (en vez de en un 100%), los investigadores encontraron que habrían existido brotes descomunales entre los vulnerables, resultando en 221.7 muertes por 100.000 habitantes. Proteger a la población entera funcionó en algunos países a corto plazo (evitando muertes en masa, hospitalizaciones y orfandad). También funcionó en algunos pueblos de Alaska en la pandemia de gripe de 1918. Pero tratar de proteger a ciertas subpoblaciones solo provocaría eventos superpropagadores. Las investigaciones muestran que la infección de gente joven provocó infecciones y muertes en adultos mayores.
El abordaje GBD se basaba en que grandes cantidades de individuos de bajo riesgo, infectados, desarrollaran la inmunidad en la población, aunque probablemente mucha gente aún habría modificado su comportamiento para evitar infectarse y enfermar. Incluso antes del primer confinamiento en Inglaterra, ya hubo cambios dramáticos en el comportamiento–la gente redujo de forma voluntaria su contacto con otras personas. Y si los sistemas sanitarios hubieran estado saturados, la gente todavía habría reducido sus contactos más. Esto complicaría aún más alcanzar la inmunidad de grupo.
La inmunidad de grupo obtenida por la infección solo habría conferido protección indirecta y temporal para proteger a la gente vulnerable. Lo vemos hoy–aunque una gran parte de la población tiene inmunidad, los adultos mayores aún son vulnerables a la muerte.
Problemas éticos y logísticos de GBD
El modelo anterior asume que, de hecho, es logísticamente posible aislar a decenas de millones de estadounidenses. Esta suposición tiene sus problemas:
¿Cómo podríamos haber identificado, de forma rápida, a “los vulnerables? Estados Unidos no tiene ni un registro ni un sistema de salud universal.
¿Cómo hubiéramos cuidado de tanta gente aislada durante tanto tiempo? Hubiera sido muchísima gente. ¿Dónde los habríamos puesto? GBD sugiere vagamente el uso de “habitaciones de hotel vacías”. ¿Realmente tenemos habitaciones suficientes como para 100-130 millones de personas?
Y ¿qué pasa con el COVID-19 persistente entre la población infectada?
Se necesita un debate mejor
Muchos países se reunieron después de la pandemia de SRAS (SARS, por sus siglas en inglés), y fue de una ayuda increíble para su futura preparación y respuesta a pandemias. Necesitamos sin duda reflexionar sobre lo que ha ido bien durante la pandemia, sobre lo que ha ido mal, y cómo hacer las cosas mejor en el futuro, por ejemplo:
¿Hubo estados que lo hicieron mejor que otros? ¿qué significa “mejor”?
¿Qué pasos debería haber tomado los estados para mitigar los daños por las órdenes de confinamiento? ¿Por qué no todos los estados dieron comida y apoyo social y financiero a aquellos afectados por las órdenes?
¿Cuáles son los marcos para decidir el cierre y la reapertura de escuelas en futuras pandemias?
El debate debe ser serio, sincero y equilibrado. Hasta ahora no ha sido así. Está claro que alcanzar un futuro mejor y más brillante no es el objetivo de este Subcomité.
Deberíamos ser muy cautelosos con aquellos que tratan de reescribir la historia. Como dijo Zeynep Tufecki:
“Hay un intento de pleitear el 2020 desde la comodidad, en 2023, de las vacunas, los tratamientos, [y] la inmunidad de la población por parte de personas…..cuyas sugerencias políticas estaban catastróficamente equivocadas. Pretenden que 2023 exonere las muertes que habrían causado (que causaron). Lo encuentro horrible.”
Este Subcomité implica un enorme uso de recursos que, hasta ahora, no han ayudado a avanzar la conversación. Esto no nos lleva a nada mejor.
En resumidas cuentas
Necesitamos aprender las lecciones de la pandemia para hacer las cosas mejor la próxima vez. Pero los debates deben ser equilibrados y bien fundados. Por ejemplo, reconocer las contrapartidas debe incluir reconocer los errores de la transmisión descontrolada. Los detalles epidemiológicos, éticos y logísticos no se pueden dejar a un lado.
¿Podemos, por favor, tener conversaciones serias sobre la pandemia de COVID-19 y cómo prepararnos para el futuro? Nuestras vidas dependen de ello.
Love, YLE y GMY
El Dr. Gavin Yamey es Profesor de Salud Global y Política Pública en la Universidad de Duke, y Director del Centro para el Impacto de la Política en Salud Global.
Su Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, trabaja en un comité de expertos en política sanitaria y es consultora para un número de organizaciones, incluyendo los CDC. Por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos. Este boletín informativo es gratis gracias al apoyo generoso de los miembros de la comunidad YLE. Para contribuir a este esfuerzo, por favor suscríbase aquí.