Surcando las olas: un marco de trabajo para el futuro de SARS-CoV-2
Hay algo que ocurre constantemente después de cada ola: el consiguiente debate agitado sobre cuáles son los siguientes pasos como individuos, como comunidades, como nación y globalmente. Por ejemplo, ahora mismo tenemos de una parte a los que sugieren que se dejen de llevar mascarillas y de otra, a los que dicen que sigan los mandatos de uso de mascarillas.
Encuentro las dos partes problemáticas porque la realidad no es binaria y el futuro es desconocido. Necesitamos una solución que se encargue de las fluctuaciones en la dinámica del virus. Necesitamos surcar las futuras olas haciendo uso de las herramientas que tenemos a mano, lo que protegerá a individuos y a poblaciones cuando la transmisión sea alta y garantizará una pausa necesaria cuando la transmisión sea baja. He trabajado (por más tiempo del que me gustaría admitir) en un marco de trabajo que refleje ese modo de pensar. Tras conversaciones constructivas, críticas y largas con otros colegas, hemos acordado lo siguiente:
Hay unas cuantas cosas en este marco de acción sobre las que llamar la atención:
Nivel-Individual: En primer lugar, admitir que este marco es para decisiones a nivel individual. En otras palabras responde a la pregunta: ¿Qué debería hacer yo hoy? Como oficial de la salud pública, no estoy de acuerdo con que necesitemos soluciones a nivel individual. Son mucho menos eficaces que las soluciones a nivel de población. Pero en esta sociedad cada vez más individualista, necesitamos equipar a la gente con soluciones basadas en la evidencia científica que les permitan navegar el panorama en el que se encuentran.
Uso de los casos: Este marco está anclado en el número de casos. Para mi sorpresa las medidas se mantuvieron con Ómicron: a la tasa de positividad le siguió la tendencia de casos, que a su vez fue seguida por hospitalizaciones y muertes. Yo sospecho que ésto va a cambiar con el tiempo. Especialmente cuando las cifras de casos y la tasa de positividad de los test empiecen a separarse, tendremos que incorporar otra medida para el comportamiento, como la monitorización de las aguas residuales. Algunos científicos proponen usar la cifra de hospitalizaciones y muertes para tomar las decisiones, pero yo estoy completamente en desacuerdo con eso porque para cuando esas cifras empiezan a aumentar ya es demasiado tarde–la transmisión ya ha estado descontrolada las 3-4 semanas anteriores.
Además, hacer uso de la monitorización de casos/tasa de positividad de los test aumenta la viabilidad de este plan de decisión ya que la CDC aporta este dato para cada condado de los Estados Unidos. Aquí. (que conste que el 99% de los condados están todavía en rojo ahora mismo) .
Tasa de vacunación del 85% de la población: He incluido deliberadamente un nivel de vacunación del 85% como punto de corte para quitar las restricciones independientemente del número de casos. Varios países, como Dinamarca y Suecia, han levantado todas las restricciones. Yo apoyo esta decisión porque sus niveles de vacunación son altos. Durante la ola Ómicron, fue muy llamativo cómo esta tasa alta de vacunación redujo la presión sobre sus sistemas sanitarios. A continuación tienen cuatro gráficos con datos clave de COVID19 en Dinamarca, Suecia, Portugal y los Estados Unidos. Los EE.UU tienen, con creces, las tasas más bajas de dosis de vacunas por persona. Los EE.UU tuvieron también hospitales saturados con cifras récord de pacientes en UCI y muertes (esta cifra sigue creciendo, así que eventualmente todavía se pueden romper más récords). Esto no pasó en los otros países.
Si los Estados Unidos hubieran tenido la misma amplitud y profundidad de vacunación que Dinamarca, las hospitalizaciones se hubieran reducido a la mitad en esta ola previa.
Acción a nivel comunitario: Aunque Dinamarca, por ejemplo, tiene una alta tasa de vacunación todavía tienen un alto nivel de transmisión comunitaria. Así que eliminar las restricciones con una tasa de vacunación superior al 85% no protegerá a los más vulnerables, como los inmunodeprimidos. Por ello, la acción a nivel comunitario es crítica en este marco.
Ejemplos de actividades: Este factor depende mucho de la tolerancia al riesgo de infección a nivel individual. A lo largo de la pandemia, yo he tenido un nivel moderado de tolerancia al riesgo dado que mis hijas no son elegibles para ser vacunadas. Pero, incluso cuando mis hijas estén vacunadas, mi tolerancia al riesgo se mantendrá. No porque esté preocupada por nuestro riesgo a nivel individual (¡Las vacunas funcionan fenomenal!) sino por el riesgo de la población con una transmisión alta.
En resumidas cuentas:
Necesitamos un marco de acción que tenga en cuenta un futuro incierto. Tal vez ésta haya sido la última ola, y si es así, o bien alcanzaremos una tasa de vacunación del 85% o seguiremos en “azul”en el futuro próximo. Pero, si ésta no ha sido la última ola, nos podemos preparar y hacer uso de herramientas eficaces en reducir el riesgo a nivel individual y poblacional. Mi familia y yo vamos a surcar las olas. Les invito a que se unan.
Love, YLE
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