Covid persistente: resumen de la investigación
¿Qué hemos aprendido en la primera mitad del 2024?
Nota: El equipo de YLE y yo misma necesitamos un respiro. Nos vamos a tomar unas pocas semanas de descanso, así que no espere recibir correos durante este tiempo. ¡Estamos deseando recargar las pilas y volver pronto!
Todavía tenemos muchas incógnitas sobre el Covid Persistente (CP). Voy a intentar hacer una actualización, un par de veces al año, sobre el progreso que hagamos en su investigación y comprensión, y lo que eso pueda implicar para usted. Millones de estadounidenses se ven dramáticamente afectados por esta enfermedad. El CP es también lo que más nos preocupa a todos si nos topamos con el SARS-CoV-2.
Esto es lo que hemos aprendido en los últimos 6 meses.
Nota: Esta publicación se basa en publicaciones anteriores de Su Epidemiólogo Local de Covid Persistente. Si se los perdió, busque "Covid persistente" en el archivo de YLE.
Por fin tenemos una definición
Lo que sabíamos: El número de personas que desarrollan CP tras la infección ha oscilado dramáticamente entre el 2% y el 75%. Esto se debe a varias razones, incluidas las diferentes definiciones de CP: algunos grupos/países definen el CP como síntomas persistentes 4 semanas después de la infección, mientras que otros usan 3 meses y otros 6 meses.
Nueva información: Las Academias Nacionales de Ciencias han establecido una definición:
El COVID Persistente es una afección crónica asociada a la infección (IACC, por sus siglas en inglés) que ocurre después de la infección por SARS-CoV-2 y está presente durante al menos 3 meses. Puede manifestarse como un estado de enfermedad continuo, recurrente y remitente o progresivo que afecta a uno o más sistemas de órganos.
¿Por qué es importante? Porque mejorará la identificación de casos y el tratamiento del CP porque todos los investigadores van a medir lo mismo. ¡Ya era hora!
Aunque aún no sabemos cuánta gente tiene CP
Lo que sabíamos: El público general, con toda la razón, tiene curiosidad por saber el riesgo de CP tras la infección. La hipótesis de los científicos es que está bajando (gracias a la inmunidad). Lamentablemente, los datos son limitados. El Censo de EE.UU. publica estimaciones de CP en el tiempo para vigilar las tendencias.
Nueva información: El número de personas que sufren CP ha bajado ligeramente desde 2022, estabilizándose a partir de ahí. (Lamentablemente, los datos del Reino Unido pararon en marzo del 2023). Esto sugeriría que el riesgo ha bajado, pero la protección inmunitaria puede alcanzar un umbral.
El problema es que esta encuesta es imperfecta. No podemos mirar al eje “y” y decir que “el 6% de la gente desarrolla CP tras la infección”. El riesgo es probablemente menor. Esta encuesta no tiene un grupo de comparación, así que la gente puede tener síntomas similares a los del CP, como la fatiga, pero producida por algo diferente. Además, la tasa de respuesta a esta encuesta es del 6% (6 de cada 100 personas a las que se les pidió que respondieran la encuesta lo hizo), lo que sesga los números.
¿Por qué es importante? El CP sigue siendo un riesgo de la infección por Covid-19. ¿Cúanto riesgo? No estamos seguros, pero probablemente menor del 6%. ¿Esta bajando el riesgo? Eso pensamos, pero no tenemos buena visibilidad.
Una gran pieza de evidencia causal en ratones.
Lo que sabíamos: Es probable que el CP se produzca por distintas vías (vea la figura a continuación). Una hipótesis es la de la autoinmunidad: tras la infección, algunos anticuerpos, llamados autoanticuerpos, se vuelven contra las células y tejidos del cuerpo, atacándolos. Hasta ahora, esta idea la obteníamos de datos correlacionales: las personas con autoanticuerpos altos también tenían tasas más altas de CP.
Nueva información: Dos nuevos estudios en ratones han demostrado un vínculo causal entre la autoinmunidad y el CP. Los científicos transfirieron autoanticuerpos (anticuerpos que atacan por error a las células humanas) de pacientes con CP a ratones. Los autoanticuerpos se detectaron en varios tejidos de los ratones, incluidos el corazón, los músculos esqueléticos, la médula espinal y las neuronas. Además, los ratones replicaban síntomas neurológicos, debilidad muscular, equilibrio y problemas de coordinación tras la transferencia.
¿Por qué es importante? Esto nos permite comprender el papel de la autoinmunidad en al menos un subconjunto de pacientes con CP, lo que allana el camino para tratamientos como las inmunoterapias.
Pistas sobre la niebla mental
Lo que sabíamos: Múltiples estudios han demostrado que una infección por SARS-CoV-2 altera la barrera hematoencefálica lo que permite que algunas sustancias de la sangre pasen al cerebro. Sin embargo, los pacientes de CP con niebla mental tienen más de estas sustancias en el cerebro.
Nueva información: Un nuevo estudio examinó la circulación cerebral en pacientes con CP y la comparó con la de pacientes sin CP. Los pacientes que reportaron niebla mental tenían más áreas en sus cerebros donde los vasos sanguíneos tenían "fugas". También tenían más coágulos sanguíneos. (Curiosamente, tanto los pacientes con CP como sin él, mostraron una reducción del volumen materia blanca cerebral, lo que indica que estos cambios no causan principalmente fatiga y deterioro cognitivo).
¿Por qué es importante? Las terapias dirigidas a proteger la barrera hematoencefálica podrían ayudar a los pacientes de CP con niebla mental.
La vacunación reduce el CP incluso si se vacuna después de la infección
Lo que sabíamos: Varios estudios han demostrado que las personas no vacunadas tienen un mayor riesgo de desarrollar CP en comparación con las vacunadas. Sin embargo, el grado de protección que proporcionan las vacunas varía significativamente de unos estudios a otros.
Nueva información: Una nueva revisión sistemática de más de 600,000 personas encontró que las vacunas, antes y después de la infección, reducen los riesgos de CP:
Vacunación antes de la infección: 10 (de 12) estudios mostraron que la vacunación redujo el CP. Pero hay que mantenerse al día con las vacunas. Una sola dosis no parece que ayudara mucho.
Vacunación después de la infección y/o síntomas de CP: cinco estudios (de cinco) mostraron que las vacunas previnieron y ayudaron a tratar los síntomas de CP.
¿Por qué es importante? Manténgase al día con sus vacunas para reducir el riesgo de CP.
Otro estudio que derriba el Paxlovid.
Lo que sabíamos: La evidencia sobre la capacidad de Paxlovid para reducir el CP ha sido mixta. Esto puede deberse al ciclo corto de medicación (5 días) utilizado en los estudios.
Nueva información: Los pacientes con CP fueron divididos aleatoriamente para recibir un ciclo de 15 días de Paxlovid o un placebo. Después de 10 semanas del ensayo, no hubo diferencias estadísticamente significativas en los síntomas de CP.
¿Por qué es importante? Lamentablemente, esto se suma a la evidencia de que Paxlovid es ineficaz frente a CP. Todavía puede funcionar para los síntomas de CP causados por reservorios virales (en lugar de autoinmunidad, por ejemplo). Pero, en general, se deben invertir más recursos en otras terapias dirigidas al CP.
En resumidas cuentas
Nuestra comprensión del CP está creciendo de forma lenta pero segura. La inmunidad puede que esté ayudando a reducir la prevalencia de CP, pero es una protección imperfecta, y aún tenemos muy pocos tratamientos para los millones de personas que lo sufren.
Love, YLE
Muchas gracias a Nini Munoz, que ha ayudado a “traducir” varios de estos estudios. Es una apasionada comunicadora científica y autora de Teaching it Apart
"Your Local Epidemiologist (YLE)" está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH PhD, epidemióloga, científica de datos, esposa y madre de dos niñas pequeñas. Durante el día, es consultora científica sénior de varias organizaciones, incluidos los CDC. Por la noche, escribe este boletín. Su objetivo principal es "traducir" la ciencia de la salud pública en constante evolución para que las personas estén bien equipadas para tomar decisiones basadas en la evidencia. Este boletín es gratuito, gracias al generoso apoyo de otros miembros de la comunidad de YLE.
Su Epidemiólogo Local está traducido al español por la Dra. Maria Zoco, MD, MPH—médico de familia, consultora de salud pública, esposa y madre de cinco hijos. Trabaja en una ONG que sirve a personas inmigrantes.
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