Definitivamente nos vendrían bien mejores vacunas contra el Covid-19. Aunque las vacunas actuales funcionan bien contra la enfermedad grave, podrían ser mejores para:
Impedir la transmisión,
Cubrir futuras mutaciones,
Tener menos efectos secundarios y/o
Combinarse con otras vacunas, como la vacuna contra la gripe.
Un conjunto de vacunas, consideradas de próxima generación (NextGen), se encuentran en desarrollo en distintos ensayos clínicos. Si bien algunas están mostrando resultados positivos, aún queda un largo camino por recorrer.
¿En qué punto del proceso se encuentran? Profundicemos
Nota: Hemos hecho un esfuerzo extraordinario para resumir el desarrollo de vacunas exhaustivamente, pero todo esto es muy difícil de encontrar. Esta lista podría estar incompleta o (algo) desactualizada.
Un recordatorio rápido
Las vacunas se someten a un largo proceso para garantizar que sean seguras y eficaces, desde la fase preclínica (es decir, las pruebas en animales) hasta la fase III (cuando se prueba en cientos de personas) antes de la autorización de la FDA. Alrededor de 9 de cada 10 productos fallan en algún momento de este proceso. Una vacuna típica tarda de 5 a 10 años en desarrollarse, esto es, si no estamos en una emergencia descomunal (con mucho dinero y el mundo entero trabajando en una sola cosa).
Si bien el gobierno de EE. UU. dio un gran impulso financiero a algunas vacunas de nueva generación al final de la emergencia (5 mil millones de dólares), es probable que todavía pase un tiempo antes de que se las podamos poner a la gente. Estas vacunas son realmente novedosas, y aún estamos tratando de averiguar su mejor funcionamiento.
Categoría n°1 de vacunas NextGen: vacunas a prueba de variantes
Una solución NextGen es una vacuna universal contra el coronavirus (pancovid) que protegería no solo contra el SARS-CoV-2, sino también contra otros coronavirus que podrían causar futuros brotes en animales y pandemias. Sin embargo, esto todavía está muy lejos.
Hemos avanzado hacia una vacuna pancovid-19. Esta clase de vacunas tiene como objetivo ser "a prueba de variantes". La idea es que estas vacunas induzcan una respuesta inmunitaria que haría imposible (o al menos muy difícil) que las variantes más nuevas escapen a los anticuerpos, como hizo Ómicron en 2021. Esto no significa necesariamente que ya no vayamos a necesitar dosis de refuerzo o que estas vacunas puedan detener la transmisión. Solo el tiempo nos dará esa información.
Alrededor de 20 vacunas a prueba de variantes se encuentran en las primeras etapas de este proceso (preclínico), y 5 han llegado a ensayos en humanos.
Por ejemplo, la vacuna VBI (hecha por una empresa canadiense asociada con el Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed) indujo una respuesta inmunitaria a muchas variantes de COVID-19 y coronavirus, pero los datos son limitados. Walter Reed ha dicho que su vacuna tiene efectos "positivos", pero aún no se han publicado datos detallados.
Categoría n°2 de vacunas NextGen: vacunas nasales
La siguiente categoría son las vacunas de mucosas (es decir, nasales). Estas inducen anticuerpos en la nariz y la garganta de una persona, el principal lugar de infección por SARS-CoV-2, por lo que atacan al virus en el origen. En teoría, esto prevendría mejor la infección y la transmisión que las vacunas actuales. Como escribimos en YLE anteriormente, este es un camino científico difícil por múltiples razones.
Veintisiete ensayos clínicos de vacunas nasales han llegado a ensayos clínicos en humanos, incluyendo unos pocos en Estados Unidos. Aunque muchos de ellos están aún en fases iniciales.
Varias vacunas de las mucosas han llegado a una fase más avanzada de ensayos clínicos, y algunas incluso han sido aprobadas en otros países. Sin embargo, no han sido autorizadas por una agencia reguladora de medicamentos considerada "estricta" por la OMS o los EE. UU. En los EE. UU., estos fabricantes tendrían que enviar sus materiales a la FDA y, después de su revisión, es posible que tengan que realizar otro ensayo clínico si faltan ciertos datos. No está claro si esto esta ocurriendo (o no).
Algunos datos que muestran resultados prometedores incluyen:
CanSino, una compañía china de vacunas, publicó los resultados de sus vacunas intranasales como "altamente efectivos". En otro ensayo de fase IV, la vacuna intranasal dio lugar a una respuesta inmunitaria más lenta que la vacuna inyectada, pero duró más.
La vacuna intranasal de Bharat Biotech (India) provocó una respuesta inmunitaria más alta que la vacuna inyectada, en ensayos clínicos de fase III.
Categoría n°3 de vacunas NextGen: todas las demás.
Combinación de la vacuna de Covid-19 con la vacuna de la gripe. Moderna, Novavax y Pfizer están trabajando en una vacuna contra la gripe + Covid-19. Unos laboratorios van más avanzados que otros. Algunos fabricantes esperan que esté disponible en la temporada de otoño de 2024. Soy escéptica.
Vacuna de ARNm autoamplificante. Esta vacuna incluiría instrucciones sobre cómo replicar el ARN, una vez dentro de nuestro cuerpo, lo que permitiría dosis mucho más bajas de ARNm inyectado. Esto significa, en teoría, menos efectos secundarios desagradables. Hay dos en desarrollo:
En Japón, un ARNm autoamplificante mostró mejores respuestas inmunitarias contra Ómicron BA.5 que la vacuna de Pfizer usada como dosis de recuerdo y ha sido aprobado allí para su uso. Esto ha sido respaldado por la OMS.
Gritstone Bio (EE.UU.) también está trabajando en uno. Planean estudiar su vacuna en un ensayo de fase 2b a finales de este año.
¡No te olvides de las células T! Algunos han desarrollado vacunas para maximizar nuestras respuestas de células T dirigiéndose a otras partes del coronavirus (no a la espiga). Estas vacunas no tendrían mucho efecto sobre la transmisión o la infección, pero podrían ser muy valiosas para prevenir hospitalizaciones si tenemos otra pandemia de coronavirus (o cuando la tengamos).
Pfizer y BioNTech han informado de los datos preclínicos, que han mostrado respuestas inmunitarias robustas a objetivos distintos de la proteína espiga.
El gran desafío con este enfoque es que los fabricantes necesitarían un ensayo muy grande (dado que el resultado son las hospitalizaciones). Podrían tratar de justificar la vacuna basándose en las respuestas de las células T, pero no sabemos cómo interpretarlas en resultados del mundo real. Esto nos llevará algo de trabajo.
En resumidas cuentas
Necesitamos mejores vacunas contra el Covid-19. La innovación biomédica, como la autorización de las vacunas de ARNm, fue una gran victoria científica durante la emergencia y afortunadamente, los científicos no se han detenido ahí. Si bien es probable que no estén disponibles este año, podemos cruzar los dedos de las manos y los pies para que haya mejores vacunas en el horizonte.
Love, YLE y Andrea
Andrea Tamayo es becaria en YLE. Es periodista científica y estudiante de maestría en el Programa de Comunicación Científica de la Universidad de California, Santa Cruz. Puedes encontrar más de sus historias en andreactamayo.com.
Su Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, es consultora senior para un gran número de organizaciones. Por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos.
Su Epidemiólogo Local está traducido al español por la Dra. Maria Zoco, MD, MPH—médico de familia, consultora de salud pública, esposa y madre de cinco hijos. Trabaja en una ONG que sirve a personas inmigrantes.