Aborto autogestionado con medicamentos: seguro médicamente, arriesgado legalmente
La salud pública afecta a todos los aspectos de nuestras vidas, no solo durante una pandemia y no solo en relación con enfermedades infecciosas. Gracias a la información compartida en el cuestionario aunque esta publicación seguirá dando actualizaciones de COVID, también va a dedicarse a otros temas epidemiológicos. Por ejemplo, la salud de las mujeres. Si usted solamente quiere recibir información sobre COVID19, vaya a la configuración AQUÍ y anule la selección de “YLE Women’s Health” y otras opciones.
El aborto ha sido seriamente restringido o prohibido en 28 estados, y en alguno más lo será pronto. Esta semana se propuso en el Senado una prohibición nacional. Esto, unido al estigma del cuidado del aborto, ha creado una brecha entre la retórica y la realidad en torno a las opciones para abortar, como las pastillas.
Conforme más personas van conociendo la opción del aborto autogestionado con pastillas, van surgiendo, comprensiblemente, más preguntas acerca de la seguridad, la efectividad y los riesgos legales. Me he asociado con la Dra. Heidi Moseson, epidemióloga y científica de la salud reproductiva que estudia el acceso al aborto en Estados Unidos, enfocándose en particular en el aborto autogestionado con medicación. Estas son las opciones que tiene la gente. Su seguridad. Su efectividad. Y, lamentablemente, sus riesgos legales.
Las clínicas de abortos en Estados Unidos están menguando y las zonas sin acceso van cubriendo la mayor parte del territorio nacional. Actualmente el aborto es “ilegal” en 11 estados y en otros 18 estados “no está protegido” y/o es “hostil”. Con las nuevas prohibiciones estatales y federales sobre la mesa, los desiertos de acceso van a ser cada vez mayores.
La prohibición de un servicio público básico que reduce de forma dramática la morbilidad y mortalidad relacionadas con el embarazo, por parte de los gobiernos estatales (y posiblemente el gobierno federal), es un hecho sin precedentes y catastrófico. Como se describe en un reciente editorial de Lancet: “estremecedor, inhumano e irracional” y “ un respaldo judicial al control estatal sobre las mujeres- un asombroso revés a la salud y a los derechos”
Pero incluso mientras disminuye el acceso a clínicas, el acceso a medicaciones seguras y efectivas sigue siendo una opción para mucha gente. De hecho, la gente está recurriendo a las medicaciones del aborto más que nunca. Como he escrito con anterioridad, la solicitud de píldoras abortivas aumentó un 1180% después de que la ley restrictiva de Texas se pusiera en marcha en septiembre de 2021. Desde Dobbs, en algunos puntos se han visto aumentos de ~2000%.
Opciones de medicación
Una opción que la gente tiene para un aborto entre las 0-24 semanas es la medicación. Hay dos pastillas que se usan para los abortos autogestionados: misoprostol solo, o misoprostol en combinación con mifepristona (conocido como “regimen combinado”). Estas dos medicaciones son las mismas que uno usaría si fuera a una clínica a por medicación para un aborto, y están aprobadas por la FDA y respaldadas por la OMS. El régimen recomendado por la OMS para la medicación del aborto se puede encontrar aquí.
En cuanto al acceso, la mifepristona está altamente restringida en Estados Unidos bajo un REMS (Estrategias de Evaluación y Mitigación de Riesgo, por sus siglas en inglés), mientras que el misoprostol es más fácil de acceder, y se usa ampliamente en otras indicaciones como la hemorragia postparto, la inducción del parto y las úlceras de estómago. REMS es un programa de la FDA para añadir precauciones en medicaciones que son peligrosas/arriesgadas - la mifepristona tiene un REMS pero enteramente motivado por razones políticas. No hay ninguna otra medicación con el perfil de seguridad de la mifepristona que tenga un REMS.
Escenario
Hay diversos escenarios en los que la gente utiliza medicamentos para el aborto: en persona con un médico en una clínica, en línea con una visita virtual con un clínico, o de forma autogestionada sin la intervención de un clínico. De hecho, un servicio internacional sin ánimo de lucro, de medicamentos para el aborto, Aid Access, puede enviar las pastillas por correo conectando a la gente con doctores y farmacias fuera del país.
En todos estos modelos, la persona embarazada se toma las patillas y tiene el aborto en su lugar de elección. La diferencia con el aborto autogestionado es que la gente se evalúa a sí misma, accede a las pastillas por sí misma, sin evaluación o consejo de un médico y sin una ecografía previa.
Desde el comienzo de la pandemia por COVID, muchas citas en las clínicas de abortos se hicieron por telemedicina, y sin requerir una ecografía u otro tipo de prueba tampoco. Los investigadores hicieron seguimiento de si estas pruebas previas tenían importancia, y encontraron que no la tenían. La medicación del aborto siguió siendo segura y efectiva. Por tanto, la telemedicina se ha establecido como una forma de cuidado del aborto segura, efectiva y aprobada por la FDA.
Médicamente seguro y efectivo
La investigación científica es abrumadoramente clara en que el uso de estas pastillas es seguro- más seguro que el tylenol y otras medicinas que usamos de forma rutinaria, y ciertamente más seguro que dar a luz. Incluso la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina publicó un informe completo poniendo énfasis en la seguridad del cuidado del aborto, incluyendo los medicamentos abortivos.
Estas medicaciones también so muy efectivas para terminar embarazos, y resultan en abortos completos en casi todos los casos. De hecho, en marzo de 2022, la OMS fortaleció sus directrices sobre la medicación del aborto teniendo en cuenta la evidencia de la década anterior en el aborto autogestionado con medicamentos, como un modelo tan seguro como efectivo de cuidado del aborto (no como último resorte).
La evidencia reciente incluía un estudio publicado en Lancet que valoraba el aborto autogestionado con medicamentos, comparándolo con el aborto gestionado por un clínico en un centro sanitario, entre más de 1.000 personas de 14-50 años. La mayor parte de los embarazos eran de menos de 12 semanas, mientras que en un 5% de las participantes los embarazos eran de 13-22 semanas de gestación. El estudio encontró que el 96.6% de la gente que autogestiona su embarazo tuvo un aborto completo usando solo pastillas- la misma eficacia alta que los estudios clínicos de eficacia de medicación abortiva.
Aunque las complicaciones después de la medicación abortiva son raras, a las personas se les aconseja que monitoricen posibles signos de hemorragia o infección. Estas complicaciones ocurren aproximadamente en un 0.14% y 0.13% de la medicación abortiva, respectivamente. Si se presenta cualquiera de estos síntomas, entonces se les aconseja que consulten con un clínico–por ejemplo contactando la línea M+A hotline que atiende con personal clínico las 24 horas del día.
Legalmente arriesgado
A pesar de la evidencia cristalina de la seguridad y efectividad de estas pastillas para terminar un embarazo, el riesgo legal permanece–y varía en según los estados. En alguno estados no solo el cuidado del aborto es ilegal, sino que se está criminalizando activamente a la gente que busca o apoya a alguien a tener un aborto. El daño a la salud pública y la criminalización que conlleva son imposibles de sobreestimar.
Cada estado tiene leyes diferentes en cuanto a qué modelo de cuidado está legalmente disponible. Tras las noticias del 24 de junio sobre el caso Dobbs, las leyes relacionadas con el aborto y particularmente leyes enfocadas a la medicación abortiva, están cambiando rápidamente. Mire esta guia estado por estado de leyes en relación a la medicación abortiva. Depende de cada persona decidir cuánto apoyo clínico quieren tener, y el riesgo legal que puedan encontrarse y estén dispuestos a tolerar según su estado. Aquí pueden encontrar orientación en el riesgo legal del aborto autogestionado.
En resumidas cuentas
Hay una gran brecha entre la retórica y la realidad de las pastillas abortivas por el estigma que hay alrededor del cuidado del aborto. Esto crea falta de conocimiento y confusión en pacientes y en proveedores. Sin embargo, la evidencia establece rotundamente que el uso de medicamentos para el aborto es un modo de cuidado seguro y efectivo. En contra de esta evidencia de salud pública y prácticas recomendadas, es devastador que esto tenga que ser sopesado ahora con el riesgo legal.
Love, YLE y Dra. Moseson.
P.S. Quisiéramos agradecer a la organización If/When/How por trabajar con nosotras, pro bono, para escribir esto. El hecho de que haya que sopesar el riesgo legal cuando se escribe una publicación epidemiológica es una señal profundamente indignante de la espiral descendente en la que nos encontramos.
En caso de que se perdiera publicaciones anteriores:
Heidi Moseson, PhD, es una científica y epidemióloga en Ibis Reproductive Health. Estudia el acceso al aborto en Estados Unidos, en particular al aborto autogestionado con medicamentos.
Tu Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, trabaja en un comité de expertos en política sanitaria y por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos. Este boletín informativo es gratis gracias al apoyo generoso de los miembros de la comunidad YLE. Para contribuir a este esfuerzo, por favor suscríbase aquí.