¿Cómo se propaga la viruela del mono?
Hay mucha preocupación acerca de la exposición al virus de la viruela del mono (viruela símica) y el riesgo de enfermedad entre la población general. Una parte está justificada, pero otra no. Las ideas equivocadas y la desinformación se están estableciendo dada la rápida evolución de la situación y la incertidumbre científica. En este artículo hablamos del contexto histórico, los datos de laboratorio y epidemiológicos para mostrarle lo que sí sabemos ahora mismo (y lo que no) acerca de la transmisión de la viruela del mono.
Transmisión
En 2019, los investigadores encontraron que el R(t) de la viruela del mono oscilaba entre 0-3. Es decir, por cada persona infectada, se contagiaban de media 0-3 personas más. Esto dependía mucho de la inmunidad de la población–cuánto menos gente inmunizada, más rápido se extendía. La OMS estima que, hasta julio de 2022, el R(t)=1.29. Esta cifra es baja. (Como referencia, el R(0) de la viruela clásica=3.5-6 y el de Ómicron es más alto).
No sabemos por qué la viruela del mono es menos contagiosa que otros virus: ¿Cuál es el receptor? ¿Entra el virus más despacio en las células? ¿Se “pega” menos y no se acopla bien? En términos amplios, no está tan bien adaptado para infectar a humanos como otros virus. En 2017/2018, el virus de la viruela símica mutó de manera sustancial (como hacen los virus). Puede que mutara para adaptarse mejor a infectar a los humanos o no. No lo sabemos aún.
Independientemente de ello, dado su carácter contagioso más bajo, la hipótesis que tenemos es que necesitamos una dosis más alta de virus para infectarnos y ponernos enfermos. Hasta ahora, el rastreo de contactos confirma esto, ya que muestra claros patrones de transmisión entre los contactos muy estrechos y prolongados, como las relaciones sexuales. Esto es consistente con datos del brote original en Nigeria en 2017. Hay virus contagioso en las lesiones abiertas. Además, la revista Lancet publicó ayer la primera evidencia convincente de que el virus replicante se encuentra también en el semen.
También vemos transmisión por fómites en áreas muy contaminadas (en la habitación de un hospital o de una casa de una persona, etc) donde se han arrojado muchos virus por mucho tiempo. Un estudio reciente encontró contaminación alta en dos habitaciones de hospital en los sitios que directamente habían sido tocados por pacientes con viruela del mono: baños, sillas, teléfonos móviles e incluso el suelo. En un preprint, científicos del Reino Unido tomaron muestras de habitaciones de pacientes aislados por viruela del mono y encontraron amplia contaminación de superficies (66 muestras positivas de un total de 73).
Pero, hay que tener en cuenta tres cosas acerca de la transmisión por superficies:
El virus de la viruela del mono es resistente en superficies, y puede resistir un tiempo, pero no resiste al jabón ni a la luz ultravioleta.
La presencia de virus no implica infección automática. La dosis a la que uno se expone tiene que ser suficientemente alta para que ocurra la infección.
Incluso si una superficie tiene el virus, no significa que se esté replicando o sea infeccioso.
Así que, si alguien toca un picaporte en público, por ejemplo, no quiere decir que usted se vaya a infectar automáticamente porque toque ese picaporte a continuación. De hecho, no se está viendo este tipo de transmisión en el rastreo de contactos para nada.
Los datos preliminares también muestran transmisión por gotas o aerosoles. Algunas personas con viruela del mono tienen lesiones en la boca, así que esto, en teoría, podría ser un modo de transmisión si hablas durante un rato prolongado, cerca de una persona con una infección activa (p.ej. lesión dolorosa). Es por esto que a las personas con infección activa y a sus cuidadores se les recomienda llevar mascarilla. Estudios previos en Nigeria mostraron transmisión secundaria entre enfermeras que cuidaron de pacientes con viruela del mono sin EPP (equipos de protección personal). Un preprint del Reino Unido encontró muestras de aire positivas en habitaciones de hospital de pacientes infectados, especialmente mientras las enfermeras cambiaban las sábanas. Pero, al igual que con la transmisión por superficies, esto no es probable que ocurra porque pase al lado de alguien infectado en el supermercado.
Hay evidencia científica preliminar de transmisión asintomática. Un preprint de Bélgica hizo una prueba de PCR para viruela del mono en 224 muestras e identificó tres casos que negaron haber tenido síntomas en las semanas previas y posteriores a la toma de la muestra. Esto que es sorprendente, solo refleja un estudio. Necesitamos consistencia en varios estudios para conocer la “verdadera tasa” de transmisión asintomática y las implicaciones de salud pública. No tenemos actualmente un test para la transmisión asintomática, pero los científicos están trabajando en ello.
Alto riesgo: ahora mismo vs en el futuro
Dado su patrón de transmisión, la viruela del mono se ha extendido rápidamente en una comunidad muy unida: los hombres que tienen sexo con hombres (HSH). Esto significa que este grupo es el de mayor riesgo *ahora mismo* y por ello, el compromiso de la salud pública, las recomendaciones sanitarias y los recursos están legítimamente centrados en esta comunidad.
La viruela del mono se podría propagar a otros grupos sociales. Ya vimos cómo esto ocurrió en 2008 con SARM: comenzó en un grupo (hombres gais) y se desplazó a otros grupos sociales ( por ejemplo equipos de lucha libre). Se está hablando mucho de la posible propagación de la viruela del mono en escuelas y universidades, lo que no es disparatado si consideramos los estrechos contactos sociales y sexuales que se producen en los campus. Esto no quiere decir que haya que entrar en pánico, pero sí que las instituciones por supuesto deberían prepararse. (Aquí está la guía par controlar la viruela del mono en lugares donde se congregan muchas personas)
En resumidas cuentas
Los datos actuales muestran que la transmisión puede ocurrir de múltiples maneras, pero lo que es posible no siempre es probable. Los datos epidemiológicos muestran que la exposición prolongada y el contacto estrecho es lo que domina en las redes de transmisión. Los grupos “de riesgo” deberían ser conscientes de su riesgo y adaptar sus comportamientos según su tolerancia al riesgo.
Love, YLE
En caso de que se lo perdiera:
Tu Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, trabaja en un comité de expertos en política sanitaria y por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos. Este boletín informativo es gratis gracias al apoyo generoso de los miembros de la comunidad YLE. Para contribuir a este esfuerzo, por favor suscríbase aquí.