COVID-19 y viruela del mono: semejanzas y diferencias
En tan solo dos meses, más de 18.000 casos de viruela del mono (MPV, por sus siglas en inglés) y cinco muertes se han reportado en todo el mundo. Se trata de una situación en rápida evolución, y claramente de una crisis de salud pública.
Mientras una gana terreno (MPV), seguimos luchando contra otra pandemia (COVID-19), así que es tentador comparar las enfermedades y cómo hemos respondido. Hay ciertamente algunas semejanzas, pero también hay diferencias clave.
Diferencias
La viruela del mono se puede contener, pero la ventana de oportunidad se está cerrando. SARS-CoV-2 era (prácticamente) imposible de contener porque era nuevo, principalmente se extendía por el aire, era muy contagioso y se transmitía de forma asintomática. La viruela del mono (o viruela símica) no tiene estas características, lo que quiere decir que se puede contener en incluso erradicar. Aunque no esta claro si se ha cerrado la ventana de esta oportunidad. Necesitamos actuar rápido.
Los esfuerzos para contener la infección parece que están dando resultados en otros países, como Reino Unido o Alemania, ya que se ha enlentecido la aceleración de nuevos casos reportados, como se ve en el gráfico logarítmico siguiente. La aceleración sigue en Estados Unidos. Es difícil saber si esto se debe al aumento de la capacidad de hacer test diagnósticos (que sería algo bueno) o porque se está descontrolando el contagio. Necesitamos desesperadamente saber la tasa de positividad de los test.
Este no es un virus nuevo. SARS-CoV-2 apareció de la nada, así que tuvimos que construir todo desde cero: nuestro conocimiento de base, pruebas de diagnóstico, vacunas, y tratamientos. La viruela del mono se conoce desde principios de los años 70 en humanos, y ya tenemos todas esas herramientas. La parte frustrante es poder acceder a ellas, y eso va despacio.
No todo el mundo tiene riesgo de infección. Por ahora. Con un virus que se transmite por el aire (COVID-19) todo el mundo está en riesgo de infección. Con virus que se transmite por contacto estrecho (viruela del mono) el contagio se produce en el círculo social de la persona infectada; por tanto unas personas tienen más riesgo de infección que otras.
Usando datos demográficos de la OMS, está claro que el 98% de los casos ocurren en hombres que tienen sexo con hombres (HSH). El contacto sexual es el principal modo de transmisión (91%). Los informes semanales europeos siguen confirmando esto: los casos son casi exclusivamente hombre, de 18-50 años, y un 43% HSH (el 56% de los datos de orientación sexual faltan o se desconocen).Los datos de Reino Unido muestran que esto no se debe a sesgos en las pruebas diagnósticas. Los hombres tienen una alta tasa de positividad de los test mientras que las mujeres y los niños tienen una tasa muy baja.
Pero puede que esto cambie. Ya hay un claro (aunque raro) paso del contagio a otras poblaciones. Por ejemplo, dos niños en Estados Unidos se contagiaron de viruela símica. (Hay que destacar que en ambos casos la transmisión se produjo en casa, quizás por contacto con sábanas o ropas infectadas, pero por tocar los picaportes por ejemplo). Una mujer embarazada y su bebé también se han infectado (la historia de cómo ella se ha contagiado no es pública todavía). Necesitamos frenar la extensión de la viruela del mono a otros grupos de alto riesgo (personas embarazadas, niños, e inmunodeprimidos) o a nuevos animales huéspedes.
Semejanzas
Infraestructura de salud pública. Estamos más o menos a medio camino entre estar preparados y no estarlo. Al igual que ocurrió con COVID-19, el brote de viruela del mono está poniendo de relieve lo descuidado, mal financiado y fragmentado que está nuestro sistema de salud pública en Estados Unidos, y que necesita desesperadamente arreglar lo siguiente:
Infraestructura de datos
Capacidad de rastreo de contactos
Participación comunitaria
Comunicación
Coordinación burocrática
Confianza
Arreglar esto es complicado, caro y lleva tiempo. Algo que ciertamente no se hace de un día para otro, y no es justo asumir que ya tuvimos tiempo de hacerlo. A pesar de todo, cuesta verlo.
Pero es importante reconocer igualmente que no estamos empezando de cero. Hemos dedicado los últimos 30 meses a crear sistemas, aumentar la capacidad, movilizar líderes, construir equipos científicos, y comprender datos defectuosos. Desgraciadamente mucho de este trabajo ha comenzado a desmoronarse porque se le ha retirado la financiación. Necesitamos reactivar estos esfuerzos. Necesitamos permitir el intercambio de fondos a nivel local. Podemos usar dinero de COVID-19 para la viruela del mono.
También necesitamos una respuesta federal más agresiva, o al menos, más rápida. Hay que encargar más vacunas (no esperar y ver), declarar la emergencia (para que podamos recibir financiación), y designar un líder, una persona de contacto, alguien que coordine y comunique.
Comunicación. Al principio de COVID-19, afirmaría que tuvimos casi cero comunicación. Todavía no es buena. Con la viruela del mono, tenemos una capa más de complejidad. Diferentes grupos necesitan diferentes mensajes. Todo el mundo debería estar al tanto de cómo se transmite y de qué hacer si uno tiene una erupción inexplicable. Pero los recursos, los mensajes en torno a las vacunas y la educación necesitan dirigirse con precisión absoluta a los grupos de HSH. Sin embargo, no podemos encasillar el problema solo en este grupo, porque necesitamos prevenir el estigma y porque la situación puede cambiar. Esto es algo complejo de comunicar.
La desinformación avanza rápido. Al igual que ocurrió con COVID-19, la desinformación en torno a la viruela del mono está empezando a extenderse.
No, no puedes transmitir el virus con la nueva vacuna (sí se podía con la antigua vacuna, pero ésa no se está distribuyendo ahora mismo).
Sí, la vacuna es segura. No, no tenemos datos de eficacia entre humanos para viruela del mono. Tenemos 22 ensayos clínicos que demuestran que funciona muy bien con la viruela y los estudios de primates.
Hay mucho que no sabemos aún. A pesar de sus advertencias acerca de la viruela del mono, no se escuchó a los científicos y se desatendió la viruela del mono. Por ello, hay muchas cosas que aún no sabemos:
¿Cuáles son las dosis adecuadas y los intervalos entre dosis de las vacunas?
¿Qué eficacia tiene la vacunación de viruela clásica de los años 70?
¿Qué seguridad y eficacia ofrece el tratamiento de viruela TPOXX frente a la viruela del mono?
¿Se mantiene viable el virus en las aguas residuales?
¿Es una enfermedad de trasmisión sexual? (tenemos datos preliminares con evidencia de virus vivo en semen, pero necesitamos más datos).
Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) están comenzando ensayos clínicos para poder responder a estas preguntas. Igualmente, teníamos que haber puesto ya en marcha sistemas para obtener datos en tiempo real. Al igual que con COVID-19, tenemos que tomar decisiones ahora, con información limitada. Por ejemplo, en Nueva York se han retrasado las segundas dosis para proporcionar más cobertura mientras esperamos que haya más vacunas (la decisión adecuada). Estamos, una vez más, construyendo la nave mientras navegamos.
En resumidas cuentas
La viruela del mono es distinta de COVID-19, pero igualmente pone de manifiesto nuestros puntos débiles. No podemos rendirnos. Tenemos que hacer todo lo posible para contener esto antes de que se establezca como otro riesgo de salud más en nuestro repertorio.
¿Ya nos hemos cansado de este patrón repetitivo de pánico y negligencia?
Love, YLE
En caso de que se lo perdiera:
Viruela del mono, preguntas pendientes y panorama general
Tu Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, trabaja en un comité de expertos en política sanitaria y por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos. Este boletín informativo es gratis gracias al apoyo generoso de los miembros de la comunidad YLE. Para contribuir a este esfuerzo, por favor suscríbase aquí.