Estado de cosas: 5 de octubre.
Otra vez lo mismo. El comienzo de una nueva ola. Toda la atención está puesta en Europa occidental donde las hospitalizaciones están aumentando de manera uniforme. Como hemos visto a lo largo de la pandemia, algunas hospitalizaciones son “con COVID19”, pero es importante destacar que en Alemania los números que se han reportado son exclusivamente “por COVID”. Es decir, no sólo están aumentando las infecciones sino también la enfermedad severa.
De manera interesante, no hay una subvariante nueva responsable de esta ola ya que la mayoría de los casos son todavía por la “vieja” subvariante BA.5. Lo que quiere decir que el cambio de tiempo, la reducción en la inmunidad, y/o el cambio en los comportamientos son los culpables. Esta teoría se solidifica cuando nos fijamos en los patrones en Israel, donde el tiempo aún no ha empezado a cambiar.
Esta situación preocupa porque se divisan nuevas subvariantes en el horizonte. Aunque por ahora son responsables de un pequeño porcentaje de casos, están ganando terreno; tradicionalmente se nota su impacto cuando suponen el 30-50% de los casos. Estas subvariantes añadirán combustible al fuego que ya se ha iniciado.
En este momento tenemos una “sopa de subvariantes” en el horizonte–una mezcal de distintas subvariantes de Ómicron intentando dominar el espacio. En el gráfico siguiente tienen una imagen de las subvariantes de Ómicron, por familia, que estamos siguiendo de cerca. El eje X es el número de mutaciones de la proteína espiga. Por ejemplo, BQ.1.1 (en rojo) tiene 5 mutaciones de la proteína espiga, comparado con CA.1, que tiene cuatro. Cada uno de estos tiene un 10% aproximadamente de ventaja de crecimiento respecto a BA.5, lo que quiere decir que tienen la habilidad de producir una ola. (En comparación, Alpha tenía una ventaja de crecimiento de un 7%/día; el primer Ómicron BA.1 tenía una ventaja de crecimiento del 25% /día).
Es un gráfico muy complejo, pero hay 3 cosas en las que fijarse específicamente:
Evolución convergente. Las subvariantes con mutaciones similares están apareciendo independientemente por todo el mundo. CA.1 apareció en una localización con una mutación R346X mientras que BY.1 apareció en un lugar diferente con la misma mutación. Este patrón ha sido el sello distintivo de COVID19, así que no sorprende. Lo que sí llama la atención es que las mutaciones ocurren en un punto que permite a Ómicron escapar la inmunidad.
Mire BQ.1.1 (en rojo en el gráfico superior). Es descendiente directo de BA.5. Aunque tiene el mayor número de mutaciones de la proteína espiga, BA.5 es la subvariante elegida por Estados Unidos para la fórmula de la vacuna bivalente de este otoño. Nuestras vacunas bivalentes funcionarán mejor frente a esta variante. Por ahora, BQ.1.1 es la que domina en Europa, así que puede que llegue a Estados Unidos y que tengamos suerte.
Esto es lo que sabemos. Más del 90% de los test diagnósticos y la secuenciación se han parado por todo el mundo. Esto quiere decir que volamos a ciegas y puede que tengamos alguna sorpresa de la que no estamos al tanto.
Estados Unidos
Dado que Estados Unidos ha sido una imagen en espejo de las tendencias del Reino Unido y Europa a lo largo de la pandemia, es probable que nos llegue una ola este invierno.
A nivel nacional, los niveles de SARS-CoV-2 en aguas residuales han ido bajando las últimas dos semanas, aunque la desaceleración se ha frenado. Si nos fijamos en detalle en zonas específicas, como Boston, hay señales preocupantes con aumentos repentinos de niveles de virus en las aguas residuales. Las aguas residuales van a seguir siendo de mucho valor de ahora en adelante como indicador inicial de transmisión comunitaria.
Realmente no sabemos qué significan estos días los números de test y casos reportados, pero por si sirve de algo, la tasa de positividad de los test (TPR) también se ha estacionado. En los primeros dos años de la pandemia, este dato era un indicador temprano de lo que se avecinaba.
Si combinamos cinco de las subvariantes líderes en Estados Unidos (apodadas “Pentágono”), está claro que la aceleración de casos se está produciendo bajo la superficie. Dado el crecimiento actual, veremos un impacto en las cifras nacionales a mediados de noviembre.
La altura de una posible ola en Estados Unidos va a depender en parte del número de personas que se pongan la dosis de refuerzo bivalente este otoño. Lamentablemente, parece que la mayor parte de los americanos van a entrar en el invierno sin estar preparados para evitar la enfermedad. Una nueva encuesta de Kaiser Family Foundation encontró que el 40% de los americanos no están seguros de si la dosis de refuerzo está recomendada para ellos, incluyendo la mitad de los residentes de zonas rurales que están completamente vacunados (54%), los adultos Hispanos (51%), y aquéllas personas que no tienen educación universitaria (49%). Hay claramente un fracaso de la comunicación y del alcance de la misma. Esto debe ser una prioridad ya que las vacunas siguen protegiendo frente a muerte, enfermedad severa, transmisión, casos y COVID-19 persistente. Hasta ahora, tan solo 7.6 millones de americanos han recibido esta vacuna bivalente.
En resumidas cuentas
Parece que se avecina un invierno lleno de sobresaltos. SARS-CoV-2 está ganando terreno por los cambios de tiempo y de comportamientos. Esperamos que se dispare su crecimiento, con subvariantes nuevas en el horizonte. Hay mucho que uno puede hacer, pero lo más fácil es ponerse la vacuna. Y, si es mayor y da positivo en COVID-19, acuérdese de que hay Paxlovid.
Love, YLE
Tu Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, trabaja en un comité de expertos en política sanitaria y por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos. Este boletín informativo es gratis gracias al apoyo generoso de los miembros de la comunidad YLE. Para contribuir a este esfuerzo, por favor suscríbase aquí.