No se sorprenda si vuelven las mascarillas a hospitales y residencias de mayores
Las razones para hacerlo, no hacerlo, y la gran pregunta pendiente
Este va a ser el primer invierno con Covid-19 en el que no estamos en una emergencia de salud pública. Esto deja muchas preguntas al aire, entre ellas: ¿restablecemos el uso obligatorio de mascarillas en los hospitales?
La evidencia científica es sólida en cuanto a apoyar el uso las mascarillas en hospitales y centros de cuidados a largo plazo. Tanto que merece la pena no dejarse llevar por la inercia.
Esto es lo que dicen los datos.
Sentando el contexto
Antes de la pandemia, los hospitales funcionaban a un ~ 65% de ocupación. Quedaba margen para maniobrar, aunque en tiempos prepandémicos, no era infrecuente que los hospitales llegaran al máximo de su capacidad durante una mala temporada de gripe, especialmente en los hospitales pediátricos y las UCIs.
La pandemia nos ha traído nuevas realidades:
Tenemos un nuevo virus en nuestro repertorio de amenazas
No hemos aumentado nuestra capacidad
Los trabajadores sanitarios están quemados y dejando la profesión a tropel.
Hemos aprendido muchísimo de virus, transmisión, y herramientas disponibles para ayudarnos con ellos.
Razones para apoyar el uso de mascarillas
Las mascarillas son una herramienta que ayuda a mantener la ocupación hospitalaria baja y a trabajadores y pacientes sanos.
Las infecciones respiratorias adquiridas en el hospital son un problema, especialmente para los niños. Si usted va al hospital, corre el riesgo de contraer una infección que no tenía cuando entró por la puerta. Y esto no es nuevo; las infecciones nosocomiales, por ejemplo, las infecciones de una incisión quirúrgica, las neumonías asociadas a ventilación mecánica, y las infecciones asociadas al catéter de orina, entre otras, han sido un problema desde hace décadas.
Además también vemos enfermedades respiratorias adquiridas en el hospital:
Un estudio (prepandemia) encontró que la tasa de infecciones respiratorias adquiridas en el hospital era de 5 casos por cada 10.000 adultos ingresados; 44 casos por cada 10.000 niños ingresados.
El 13% de las personas murieron por infecciones respiratorias adquiridas en el hospital
2 de cada 3 infecciones respiratorias adquiridas en hospital ocurrieron durante el otoño e invierno.
Otro estudio (durante la pandemia) de 288 hospitales encontró que un 4.4% de las hospitalizaciones fueron por infecciones de COVID-19 adquiridas en el hospital.
La transmisión comunitaria aumenta la transmisión hospitalaria. Es un ambiente cerrado, de contacto estrecho, y con personas vulnerables.
Un estudio encontró que un aumento del 10% de la tasa de infección de SARS-CoV-2 adquirido en la comunidad se asociaba con un aumento del 178% de la tasa de infección adquirida en el hospital.
Los trabajadores sanitarios van a trabajar enfermos. La gran carga de trabajo, el sentido de responsabilidad personal, la falta de baja médica remunerada, y la percepción de las expectativas, todo ello resulta en:
Una proporción significativa (15-70%) acuden a trabajar enfermos de gripe, por ejemplo.
Un estudio de COVID-19 encontró un 50% de presentismo en el trabajo con síntomas.
Las mascarillas funcionan….especialmente en los hospitales.
Las mascarillas funcionan a nivel individual. Tenemos evidencia limitada de si funcionan para reducir la transmisión a nivel de población. Aunque la evidencia más considerable es en los hospitales.
Un ensayo clínico (prepandémico) grande encontró que las infecciones bacterianas y virales fueron significativamente más bajas entre trabajadores sanitarios que llevaban N95 continuamente frente a otros grupos de estudio, como los que llevaban mascarilla quirúrgica o no llevaban ninguna mascarilla.
Una revisión examinó 40 estudios de mascarillas en centros de atención sanitaria (un ensayo aleatorio controlado y 39 ensayos observacionales). En la mayoría de los ensayos se apoyaba el uso de mascarillas en atención sanitaria frente a no usarlas en tal contexto.
¿Cuál es el argumento para no obligar a llevar mascarillas en el hospital?
Hay unas cuantas razones que he escuchado (más allá del argumento habitual: “las mascarillas no funcionan”):
No lo hacíamos en tiempos prepandémicos
Para el público, es cierto. Ponerse una mascarilla como medida personal para prevenir las infecciones en los hospitales es una nueva medida que hemos tomado durante la pandemia. Se trata de un virus muy contagioso. Y hemos aprendido rápidamente sobre el papel de la enfermedad asintomática y las rutas de transmisión viral.
Para trabajadores sanitarios, las mascarillas han sido una herramienta central durante décadas, especialmente durante el cuidado de pacientes con infecciones respiratorias. Las preguntas son cuándo y dónde. Dejar las mascarillas completamente nunca se ha contemplado en los centros de atención sanitaria de alto riesgo.
Afecta negativamente a los trabajadores sanitarios. Un estudio en Singapur encontró que un tercio de as enfermeras dijeron que llevar mascarillas afectaba negativamente a su trabajo, por la incomodidad, la necesidad de ajustarlas con frecuencia y la incapacidad para concentrarse.
¿Se pueden prevenir estas infecciones? Las infecciones de COVID-19 adquiridas en el hospital se produjeron en tasas similares a otras infecciones asociadas a centros de atención médica, como las infecciones del tracto urinario. Reducir todas ellas es un objetivo a nivel nacional, y eso nos hace plantearnos cómo son de prevenibles las infecciones respiratorias.
“Pensaba que habíamos terminado con los mandatos de uso obligatorio” Hay una diferencia entre los mandatos públicos dirigidos a toda la población y los mandatos más restringidos a ambientes específicos de alto riesgo. Si usted no pone un pie en un hospital o en una instalación de cuidados a largo plazo, la mayoría (sino todos) los mandatos de mascarillas no le van a afectar.
Queda la pregunta más importante
Si se reinstauran las mascarillas, ¿en qué momentos se obligan o se levanta la obligación?. Hay varias opciones:
Mantener su uso obligatorio durante el año.
Uso universal durante un periodo de tiempo. Por ejemplo, el condado de Marín (California) ha decidido que se lleven mascarillas en los hospitales de noviembre a marzo después de haber consultado las tendencias en infecciones respiratorias y la información de aguas residuales.
Uso universal de mascarillas en unidades de alto riesgo, como unidades de transplante y oncología). (Aunque hay enfermos de alto riesgo por todo el hospital).
Requerir mascarillas basándose en la capacidad hospitalaria. Pero ¿qué capacidad? Esto podría confundir a pacientes que visitan distintos hospitales.
Como con cualquier política, lo que usted decida depende al final del día de sus valores. (Y sabemos que no hay un tema que haga hervir la sangre más que las mascarillas).
En resumidas cuentas
No se sorprenda si los hospitales y las instalaciones de ingreso a largo plazo reinstauran los mandatos de mascarillas. Algunos lo han anunciado ya.
Las enfermedades infecciosas incumplen la asunción de independencia–lo que hacemos afecta directamente a los que nos rodean. Una intervención de bajo coste, mínimamente invasiva, como las mascarillas es una forma estupenda de proteger a los miembros de alto riesgo de nuestra comunidad durante este otoño e invierno
Love, YLE
Su Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, es consultora senior para un gran número de organizaciones. Por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos.
Su Epidemiólogo Local está traducido al español por la Dra. Maria Zoco, MD, MPH—médico de familia, educadora, esposa y madre de cinco hijos. Trabaja en el departamento de medicina social de una universidad.