Estoy muy preocupada por el declive de la confianza en la ciencia y la salud pública. Aunque ha habido muchos sondeos y se ha hablado mucho de ello en conferencias y congresos, ha faltado algo muy importante: escuchar a las personas cuya confianza estamos perdiendo.
Esto ha sido algo realmente difícil de abordar para mí. He estado en las trincheras durante los últimos cuatro años, así que es algo personal, todavía muy reciente, y las heridas aún se sienten abiertas. ¿Cuándo estoy lista para escuchar? ¿Quién está sinceramente interesado en ofrecer comentarios constructivos sin que se convierta en un juego de acusaciones?
Bueno, no tuve que indagar mucho para encontrar la respuesta. Kelley Krohnert se puso en contacto conmigo. Yo sabía de ella, ya que fue una voz destacada en las redes sociales durante toda la pandemia. Aunque tenemos mucho en común (ambas madres, viviendo en el sur en ese momento, ambas guiadas por los datos), discrepamos en voz alta. Me llevó unos días decidir si estaba lista para responder. Pero finalmente acepté su invitación, y nos reunimos en Zoom. Para mi sorpresa, fue una conversación constructiva y respetuosa. Algunas cosas fueron difíciles de escuchar. Otras, no me sorprendió escucharlas. Y, aunque todavía discrepamos en muchas cosas, estoy contenta, sinceramente, de haber tenido esta conversación.
No grabamos la conversación, pero pedí a Kelley si podía resumir cuáles eran sus puntos principales. ¿Por qué perdimos confianza durante la pandemia?
Adelante Kelley….
Todo suena como un discurso de ventas
Desde Paxlovid hasta las vacunas, pasando por las mascarillas y la ventilación. La salud pública sonaba (y aún suena) como un vendedor de coches usados por muchas razones diferentes:
Los datos parecen hechos para respaldar la venta en vez de la venta estar hecha por los datos. Las afirmaciones excesivamente optimistas no estaban bien respaldadas por los datos, los riesgos de Covid se comunicaban de manera uniforme, lo que significaba que los riesgos para los jóvenes eran exagerados, y los posibles daños de las vacunas descartados. Más tarde, cuando llegó el momento de promover las dosis de refuerzo, la salud pública cambió rápidamente para decirnos que la protección de la vacuna disminuye rápidamente. ¿Cómo llegamos aquí?
Errores en los datos. Por ejemplo, cuando los CDC afirmaron que Covid era una de las cinco causas principales de muerte en niños basándose en datos defectuosos. ¿Cómo puede la gente darle a la salud pública el beneficio de la duda cuando se cometieron errores tan evidentes en los datos?
Inexactitudes en la comunicación. La forma de comunicar fue tan deficiente que llevó a la gente a malinterpretar y comenzar sus propias conspiraciones. Por ejemplo, las recomendaciones para recibir la dosis de refuerzo bivalente 2 meses después de la última dosis llevaron a muchas personas a pensar que se recomendaban las dosis de refuerzo cada 2 meses.
Confundir la defensa con la comunicación científica. Muchas personas pretenden ser científicos o periodistas imparciales, pero en realidad solo comparten estudios que respaldan sus afirmaciones y atacan cualquier otra perspectiva que no coincida con sus interpretaciones o valores. El ejemplo más nuevo fue una conversación sobre el Covid persistente en una sesión reciente del Congreso, y uno de los principales médicos especialistas en Covid persistente dijo: "La carga de enfermedad por el Covid persistente está al nivel de la carga de cáncer y enfermedades cardíacas". También se repartió un folleto con algunas estadísticas sacadas de contexto (otros científicos lo han refutado desde entonces). A veces es difícil para las personas saber quién es honesto y quién es un activista.
Información que hubiera sido útil nunca se proporcionó
Nunca pude encontrar una guía básica para las personas sobre cómo cuidarse a sí mismas, a sus hijos o a sus padres, en un caso leve/moderado de Covid. Recomendaciones prácticas, útiles y simples como: ¿Ayuda mantenerse hidratado? ¿Debería usar medicamentos de venta libre para bajar la fiebre según sea necesario? ¿Cuáles son los signos que hay que vigilar? Las medidas no farmacéuticas, (NPIs, nonpharmaceutical interventions por sus siglas en inglés ) o estrategias comunitarias y las vacunas se promovieron para prevenir el Covid, pero eso no ayudó a que las personas ya enfermas evitaran el hospital.
También esperaba más investigación sobre los niños y jóvenes que sufrieron Covid-19 grave. El Covid-19 tiene un importante gradiente de edad, siendo los niños los menos afectados, aunque algunos niños resultaron afectados y los padres nunca escucharon cuáles eran los factores de riesgo específicos que más preocupaban. En cambio, todos los factores de riesgo se trataron por igual, por lo que las personas con alto riesgo no se dieron cuenta, y quienes tenían un riesgo más bajo estuvieron excesivamente asustados.
Todo es desinformación, así que nada es desinformación
Muchas opiniones fueron tratadas como hechos innegables, y cualquier cosa que fuera en contra de eso fue etiquetada como desinformación, cuando muchas veces eran simplemente una interpretación diferente de la evidencia o un juicio de valor distinto basado en la evidencia. Muchas cosas no eran tan blanco o negro como se afirmó. Las personas que compartieron daños legítimos por los cierres escolares o riesgos de miocarditis postvacunación fueron consideradas como promotoras de "desinformación". Como el niño que gritó "¡lobo!", esto dificulta que se confíe en la salud pública se replican afirmaciones falsas verificables.
Un desencuentro entre lo que yo experimentaba sobre el terreno y la narrativa que escuchaba
Si bien algunas personas se enfermaron gravemente de Covid, y muchos médicos realmente quedaron traumatizados por esto, mucha gente conocía a pocas, o ninguna, persona que fuera hospitalizada o falleciera por Covid. Mientras los hospitales lidiaban con los casos más graves, muchos estadounidenses no se vieron afectados de la misma manera. Las personas estaban enfermas durante una semana o dos y se recuperaban, y las infecciones posteriores generalmente no tenían incidentes. Los mensajes de los CDC, como el reciente tuit que afirmaba "tu próxima infección podría ser la peor", simplemente no son creíbles para las personas que experimentaron una enfermedad bastante común por Covid.
Algunas cosas están mejorando
He empezado a ver algunos cambios, por eso me puse en contacto con Katelyn en primer lugar:
Por ejemplo, los CDC ahora tienen un blog con un lenguaje más sencillo y responden a las conversaciones que tienen lugar sobre el terreno. Las últimas entradas son refrescantes de leer. Por ejemplo, esta en la que contextualizaron adecuadamente la carga de Covid este pasado invierno.
Además, la guía actualizada sobre el aislamiento por Covid se pone al día con lo que gran parte del mundo ha estado haciendo desde hace un tiempo
En resumidas cuentas
De Kelley: Estoy contenta de que Katelyn haya querido hablar conmigo. He estado intentando hablar con aquellos con los que, a menudo, he discutido sobre Covid, y he intentado tender puentes, porque creo que es importante para ayudar a la salud pública a entender la perspectiva de muchos de nosotros que perdimos la confianza durante Covid. No tenemos que estar de acuerdo en todo para poder tener conversaciones respetuosas.
De Katelyn: Me planteé la idea de si debería ir insertando mis opiniones a lo largo de este post, pero al final, quería escuchar. Admito que cometí algunos de los errores mencionados en sus puntos y de hecho reflejan algunas de las lecciones que he aprendido. Pero sé también que la salud pública se dejó el alma y el corazón en la emergencia. Espero que podamos avanzar con las lecciones aprendidas, tanto las positivas como las negativas. De hecho, afirmaría que no tenemos otra elección.
Love, YLE
P.S. He tenido muchos pensamientos, reacciones y opiniones durante y después de esta conversación. Estoy segura de que usted también. Por favor, sea respetuoso en los comentarios para ayudar a facilitar conversaciones difíciles pero importantes.
Su Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, es consultora senior para un gran número de organizaciones. Por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos.
Su Epidemiólogo Local está traducido al español por la Dra. Maria Zoco, MD, MPH—médico de familia, educadora, esposa y madre de cinco hijos. Trabaja en una ONG que sirve a personas inmigrantes.