Fármacos para abortar: una opción de la que no se habla
La salud pública toca todos los aspectos de nuestra vida, no solo durante una pandemia y ni únicamente en relación con enfermedades infecciosas. Teniendo en cuenta sus comentarios, esta publicación seguirá actualizándoles en COVID pero incorporará otros temas de salud pública. Para elegir los temas de los que prefiera leer, establezca sus prioridades AQUÍ.
Hoy, el Tribunal Supremo decide en el caso del aborto. Las implicaciones legales, médicas y de salud pública de este caso son enormes.
Independientemente de lo que decidan, hay una parte importante de la historia que ha recibido muy poca atención en las últimas semanas: incluso si se restringe severamente la mifepristona, hay otra opción.
La otra opción
Para realizar un aborto con medicamentos en EE.UU, las personas reciben dos pastillas: mifepristona (“mife”) seguida por misoprostol (“miso”).
Los casos legales se han enfocado solamente en la primera medicación: mifepristona. Y esto se debe a que mife fue aprobada específicamente por la FDA para abortar, en el año 2000, siendo usada de forma previa al misoprostol.
Miso, por otra parte, se aprobó en 1988 para el tratamiento de…úlceras de estómago. Se le puso una etiqueta de precaución de que si se tomaba estando embarazada, podría inducir un aborto.
Miso tiene una historia interesante. Un grupo de feministas en Brasil se dio cuenta de la etiqueta de precaución. Dado que no existía la posibilidad de un aborto legal en Brasil, comenzaron a correr la voz de que se podía usar como una forma segura y eficaz de abortar. Y era algo que se podía comprar en una farmacia local. Este uso individual dio lugar más tarde a ensayos clínicos, donde se legitimó y se dispuso para uso clínico.
Desde entonces, miso se ha usado fuera de lo indicado como medicación abortiva, para inducir el parto, prevenir la hemorragia postparto, y más. Es un fármaco asombroso.
De hecho, gran parte del mundo depende de abortos solo con miso, donde mife es menos accesible.
¿Por qué no se usa sólo miso de forma rutinaria en EE.UU?
El consenso clínico mantiene que el régimen combinado (mife + miso) es más eficaz para terminar un embarazo que el misoprostol solo. Esto se debe principalmente a datos recopilados de gran variedad de estudios que incluyen las diversas formas en que la gente puede usar la medicación, es decir: dosis distintas, diferentes vías de administración, y diversos intervalos entre dosis.
Aunque si miramos a los estudios que se refieren a un régimen específico (3+ dosis de 800µg de miso tomado cada tres horas), miso solo puede ser más eficaz de lo que comúnmente se cree. En ocho grupos de estudio que estudiaron el uso exclusivo de 3+ dosis de miso, más del 90% tuvo un aborto completo (comparado con el 95% aproximadamente que es lo esperado para la combinación mife+miso).
Miso usado como única medicación para el aborto es segura: según un metaanálisis de 2019, solo el 0.7% de 12,000 personas que la usaron como única medicación necesitaron transfusión de sangre o fueron hospitalizadas en relación a un aborto por miso.
En resumidas cuentas
Como expresó un periodista recientemente:
“ Nuestra narrativa parece ingenua. Desde el punto de vista biológico, mifepristona es la compinche, y misoprostol el superhéroe. Mifepristona es la telonera, y su colega es quién lleva el peso del show.”
Restringir el acceso a mife no tiene ninguna base epidemiológica dados los 23 años de datos de seguridad y eficacia. Aún con la reducción de opciones, no se han eliminado las opciones para el aborto con fármacos. La gente aún puede acceder a un método seguro y eficaz para abortar: miso. Esperemos que no se llegue solo a esto.
Love,
YLE y HM
Si se perdió otros artículos previos:
Heidi Moseson, PhD, es epidemióloga experta en reproducción y científica en Ibis Reproductive Health. Estudia el acceso al aborto en EE.UU, en particular los abortos autogestionados con fármacos.
Su Epidemiólogo Local (YLE) está escrito por la Dra. Katelyn Jetelina, MPH, PhD— doctora en epidemiología y bioestadística, esposa y madre de dos niñas pequeñas. De día, trabaja en un comité de expertos en política sanitaria y es consultora para un número de organizaciones, incluyendo los CDC. Por las noches escribe este boletín informativo. Su objetivo principal es “traducir” la ciencia de salud pública, en constante evolución, para que las personas estén bien preparadas para tomar decisiones basadas en datos científicos. Este boletín informativo es gratis gracias al apoyo generoso de los miembros de la comunidad YLE. Para contribuir a este esfuerzo, por favor suscríbase aquí.